FICHAS
DE RESUMEN
Por Santos Diamantino
Fecha:
8 de agosto. Tema: La
sociedad opulenta primitiva, Marshall Sahlins
El objetivo de MARSHALL SAHLINS es constituir una
antropología económica, quiere algo distinto de las interpretaciones prácticas
de las economías y las sociedades primitivas.
Parte de una idea, si
la economía es la
ciencia de las épocas sombrías, el estudio de las economías de la caza y la recolección
debe ser su rama más importante.
Lo manuales de economía afirman que en el paleolítico la vida fue dura y difícil, transmitiendo
ideas donde el cazador apenas podía subsistir, era asechado por el hambre. En
otras palabras el papel que desempeñaba era malo. A esto Sahlins lo denomina
economía de subsistencia.
Sin embargo revisar estos saberes tradicionales es
complicado, se tiene que ver de ambos lados dialécticamente, para saber la
sociedad opulenta primitiva.
Para la opinión general, una sociedad opulenta es aquella en la que se satisfacen con
facilidad todas las necesidades materiales de sus componentes. Desde este
punto de vista, los cazadores opulentos significan negar entonces que la
condición humana es una tragedia decretada donde el hombre está prisionero de
la ardua labor que significa la perpetua disparidad entre sus carencias
ilimitadas y la insuficiencia de sus medios.
Dos caminos para la opulencia: Las necesidades pueden ser
fácilmente satisfechas o bien produciendo mucho, o bien deseando poco.
·
Galbraith
= economía de mercado, las necesidades del hombre son grandes, por no
decir infinitas, mientras que sus medios son limitados, aunque pueden aumentar. La brecha que se produce entre medios y fines puede reducirse mediante la productividad industrial, al menos hasta hacer que los “productos de primera necesidad” se vuelvan abundantes.
decir infinitas, mientras que sus medios son limitados, aunque pueden aumentar. La brecha que se produce entre medios y fines puede reducirse mediante la productividad industrial, al menos hasta hacer que los “productos de primera necesidad” se vuelvan abundantes.
·
Camino
Zen hacia la opulencia = las necesidades materiales humanas son finitas y
escasas y los medios técnicos, inalterables pero por regla general adecuados.
Si se adopta esta forma el pueblo puede gozar materialmente, aunque su nivel de
vida se bajo.
Esta es la forma como Sahlins a descrito la vida del cazador;
1. Esa inclinación a consumir
rápidamente todas las reservas de que disponen como si no dudaran ni un momento
de poder conseguir más.
2. Libres de las obsesiones de escasez
características del mercado.
Cuando nos referimos a los orígenes
de la caza y la pesca hay muchos apelativos.
a) Una mera economía de subsistencia.
b) Tiempo libre limitado salvo en
circunstancias excepcionales.
c) Demanda incesante de alimentos.
d) Recursos naturales magros y en los
que sólo se puede tener una confianza relativa.
e) Ausencia de excedente económico.
f) Máximo de energía por parte del
mayor número de personas.
Hay una visión oscura de esa realidad, hay muchos prejuicios
entorno a ello. Como por ejemplo el egocentrismo burgués, donde la actual
economía de mercado es una trampa. El autor parte de una pregunta para esta
reflexión.
¿Acaso es tan paradójico afirmar que
los cazadores tenían economías opulentas a pesar de su extrema pobreza?
El sistema industrial y de mercado instituye la pobreza:
i.
La
producción y la distribución se rigen por el comportamiento de los precios,
ii.
Y
toda la subsistencia depende de la ganancia y del gasto,
iii.
La
insuficiencia de recursos naturales se convierte en el claro y calculable punto
de partida de toda la actividad económica.
Lo que comienza en la inadecuación
terminará en la privación. El mercado pone a disposición de los consumidores un deslumbrante conjunto de productos:
todas las cosas deseables al alcance del hombre, pero nunca enteramente al
alcance de su mano.
La escasez es el juicio dictado por
nuestra economía y, por lo tanto, también el axioma que rige nuestra Economía.
Sin embargo, la escasez no es una propiedad intrínseca de los medios técnicos.
Es una relación entre medios y fines. Deberíamos considerar la posibilidad
empírica de que los cazadores trabajan para sobrevivir, un objetivo finito, y
que el arco y la flecha son adecuados a ese fin.
Otro problema es la predisposición
antropológica a exagerar la ineficiencia
económica de los cazadores aparece también de manera notoria bajo la forma de odiosas comparaciones con las
economías neolíticas.
No obstante la antropología dio un
salto hacia adelante del Neolitico, dejando de lado la consecución de comida
como único fin. Para ello se sirve de Leslie White, quién explica que el
neolítico produjo un “gran adelanto en el
desarrollo de la cultura... como consecuencia de un gran incremento en la
cantidad de energía aprovechada y controlada per capita y por año como consecuencia
de las artes de la agricultura y el pastoreo”. Había un esfuerzo humano el
cual era la principal energía mecánica de la cultura paleolítica y neolitica
obtenida, en ambos casos, a partir de recursos vegetales y animales.
Otras observaciones provienen de los
nativos de Australia, los Bosquímanos, los Ona y los Yahgan. El cual
distorsionan la realidad de la caza y la recolección. Para esto se sirve de
Grey quien admite que es un error creer que los australianos nativos tienen escasos medios de subsistencia o que
se encuentran en ocasiones muy urgidos por la necesidad de alimento.
También muestra otra observación de
errores etnográficos; la antropología de los cazadores es en su mayor parte un
estudio anacrónico de ex salvajes, una indagación en el cadáver de una
sociedad. Los recolectores de alimentos que sobreviven son, en cuanto clase,
personas desplazadas. Representan el paleolítico privado de todos los derechos
civiles y ocupan hábitats marginales con características que no corresponden a
las modalidades de la producción. Lugares alejados de la esfera de influencia
de los principales centros del progreso cultural. Su característica fue la
pobreza,
más allá del interés y de la competencia de las economías más avanzadas.
Viendo
estos errores lo que el autor quiere ver es la situación actual de los
cazadores, un examen justo de su capacidad productiva, una especie de prueba
suprema.
En
teoría son pobres. No obstante los Bosquimanos que habitan en el Kalahari
disfruten de una especie de abundancia material, al menos en el dominio de las
cosas de uso diario, aparte de la comida y del agua. La abundancia material
depende en parte de las facilidades de producción, y ésta de la simplicidad de
la tecnología y la democracia de la propiedad.
El
acceso a los recursos naturales es directo por
naturaleza todos son libres de tomarlo, así como la posesión de las
herramientas necesarias es general y el conocimiento de las técnicas requeridas
común
Para
la mayoría de los cazadores esa opulencia sin abundancia en la esfera de los
productos no esenciales para la subsistencia es algo que queda fuera de toda
discusión. Se contentan con poco y esto no es desgracia.
La
modestia de los requerimientos materiales queda institucionalizada: se
convierte en un hecho cultural positivo que se expresa en una variedad de
disposiciones económicas.
Desde
la perspectiva interna de la economía, es erróneo afirmar que las necesidades
están restringidas, los deseos reprimidos e incluso que la noción de fortuna es
limitada. Esto nos llevaría a otro análisis de Hombre económico (expresión
burguesa) que no se sigue de nos otros, sino que nos antecede, como el hombre
moral. No se trata de que los cazadores y recolectores hayan dominado sus
impulsos materialistas, sino simplemente de que nunca hicieron de ellos una
institución. Los Montaignais se
contentan con el simple hecho de vivir, ninguno de ellos se vende al Demonio
para conseguir fortuna. Su pobreza les hace libres y les permite disfrutar de
su vida.