jueves, 8 de noviembre de 2018

APUNTES SOBRE FAUSTO REINAGA (SEGUNDO)


Introducción a los ciclos de pensamiento y obra de Fausto Reinaga

Por Santos Diamantino

1.     ¿Qué debate propuso Fausto Reinaga y por qué?, ¿Qué se discutía en su contexto?

Lo interesante de Fausto Reinaga es que pone en el centro de discusión el problema de la raza como principio fundamental de la historia en Bolivia. Para ello la Revolución India admite y procesa el levantamiento indígena, con el objetivo de ir contra la colonización externa e interna.
Para Fausto Reinaga el elemento racial es el que determino las posiciones económicas, culturales, sociales en el país.
“Nuestra opresión es racial: por tanto, nuestra revolución tiene que ser racial” (Reinaga, 2001, 125)
Por eso el indio debe asumir el poder político y económico, y dejar de ser el último en el progreso del país. Esta influencia ideológica le ha servido a Fausto Reinaga para ser castigado, además de ir contra el cholo.
“los indios no buscan la muerte del cholaje; lo que ardientemente quieren los indios es que el cholaje entienda la razón de la libertad del indio” (Reinaga, 2001, 125)
Esto se cimienta en la idea de que el cholo siempre caracterizo al indio como el factor negativo de la historia boliviana.
“los historiadores de Bolivia jamás han hecho historia, que es la relación de la verdad de los sucesos pretéritos. Ellos han novelado. Han novelado sin una brizna de ciencia” (Reinaga, 2001,63)
Lo interesante de Reinaga es que propone un modelo socialista del Tawantinsuyu, al presentar dos bolivias, usando el método marxista para superar la vieja Bolivia, donde el indio deje de ser un ser humano inferior al cholo o blanco. Para Reinaga el indio debe ser un actor político, y para ello es importante re-interpretar la historia, a partir de la re significación del pasado precolonial, y su aporte está en posicionarse críticamente frente “al fundamentalismo occidental como el de un país periférico” (Ticona, 2013, 166).
Según Gustavo Cruz, Fausto Reinaga:
“… la revolución primero es de ideas, luego se hace social…propongo entender a la ideología indianista como una propuesta racional por pensar la realidad propia con cabeza propia” (2013, 389-425)
El lenguaje punzante para las mentes de ese tiempo hará que Reinaga tenga un lugar en el pensamiento boliviano, motivando en la actualidad a posiciones postomodernistas-pachamamistas (Portugal, 2015) en la actualidad. Lo importante es que Fausto Reinaga “tuvo el mérito de haber abierto la discusión sobre el problema del indio, si bien en términos raciales y demagógicos” (Hurtado, 1986, 62) pero dio la punta de lanza en la discusión.

2.     Etapa de pensamiento marxista-nacionalista-indigenista (1940-1960)

Esta etapa la cursa cuando presenta su tesis de grado “Mitayos y Yanaconas”. Dicha obra ganó el Primer Premio Municipal de Oruro en 1940, fecha en la que pudo ser publicada.
“Es un estudio sobre la sociedad del Tawantinsuyu, desde su posición de marxista”.
Fue Diputado Nacional en 1944, durante el gobierno del general Gualberto Villarroel, participó del Primer Congreso Indigenal organizado por Villarroel en 1945, donde presentó un proyecto de “Ley de Revolución agraria”, no de “Reforma agraria”.
En el ámbito legislativo conoció a Franz Tamayo (1879-1956), el intelectual del mestizaje boliviano, a quien Reinaga le dedicará un libro crítico décadas posteriores.
Tras el derrocamiento y asesinato de Villarroel, Fausto Reinaga se exilió en Buenos Aires. En la capital argentina escribió un panfleto titulado “Víctor Paz Estenssoro” (1949) en el que critica al líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), del que toma una distancia muy crítica.
En Argentina, comenta Hilda Reinaga (2011), llegó a tener amistad con Juan Domingo Perón, quien fuera presidente entre 1946-1955, en sus dos periodos primeros de gobierno. Por razones familiares, Reinaga regresó a Bolivia pero clandestinamente. Por ello, lo capturaron y pasó seis meses en prisión, de donde se escapó. H. Reinaga relata que, luego de huir, compró un terreno en el cerro Killi-Killi, hoy Villa Pabón (La Paz), donde edificó una casa sencilla. Actualmente, en esa casa está su biblioteca personal.
Fausto participó activamente en la Revolución nacionalista del 52. Hilda Reinaga menciona que formó un “pequeño ejército” con la juventud de Villa Pabón (barrio de La Paz). Sin embargo, su relación conflictiva con el MNR, que data del escrito contra Víctor Paz Estenssoro (1907-2001), ahora se tornó peligrosa para Reinaga. El líder del MNR asumió la presidencia de Bolivia hasta 1956, en su primer gobierno. Bajo éste, Fausto Reinaga fue tomado preso y, otra vez, sería por causas políticas. Se le habría hecho firmar un texto donde se rectifica de lo afirmado en el escrito contra Paz Estenssoro como condición para obtener su libertad. A partir de estos datos, nos parece que Fausto Reinaga no fue militante del MNR, aunque sí apoyó a la Revolución del 52. Durante la etapa de la “Revolución nacionalista” (1952-1964), Reinaga participó en política y a la vez continuó su producción escrita.
Se dedicó a la discusión ideológica a través de periódicos que él mismo publica, como “La voz del indio” y “Rumbo sindical” y la revista Abril. No sabemos el impacto que tuvieron dichas publicaciones ni los años en que circularon. Los libros de Reinaga que aparecen en el periodo revolucionario son: Nacionalismo boliviano (1952), Tierra y libertad (1953), que fue premiada en el Primer Congreso boliviano de Sociología en 1952. Su obra Belzu (1953) obtuvo el Primer Premio Municipal de La Paz de 1953.15 Y por último la obra Franz Tamayo y la Revolución boliviana (1956).
En la etapa del 52 Fausto Reinaga no estuvo de acuerdo con la denominación CAMPESINO, ya que era una copia foránea, ajena a la realidad india. Lo que por interpretación llevó a una posición anti-zquierda. Según Javier Hurtado (1986) “el indígena convertido en campesino perdió  durante más de 20 años sus objetivos de lucha” (222).
En lo político, su biógrafa comenta que “asistió emocionado” a la firma de la Reforma agraria realizada en Ucureña en 1953. Trabajó como asesor en la Comisión de Reforma agraria. En 1957 participó en Leipzig (Alemania) en el IV Congreso Mundial de Sindicatos organizado por la Federación Sindical Mundial.
En  Alemania  fue  invitado  a  participar  de  los  40  Aniversario  de  la  Revolución  Comunista en Rusia.  Fruto  de  ese  viaje  es  su  obra  “El  sentimiento  mesiánico  del  pueblo  ruso”  (1960). 
Para Hilda  Reinaga  desde  ese  viaje  se  inicia  el  desencanto  de  Fausto  por  el  comunismo  al  ver  la  situación de la “URSS profunda”. Opina Hilda Reinaga: “con este trabajo se cierra su pasión por el socialismo, por el marxismo”. Al  regreso  de  la  URSS,  siempre  en  1957,  participó  de  un  Congreso  del  Partido  Comunista  en Montevideo (Uruguay).
Comenta H. Reinaga que en Montevideo fue apresado, no explicita las razones  pero  al  parecer  serían  por  cuestiones  políticas.  No  habría  tenido  el  apoyo  de  los comunistas cuando cae preso. Todo eso habría abonado su posterior “crisis de conciencia” que le  llevaría  a  alejarse  del  marxismo. 
H.  Reinaga  interpreta  que  fue  esa  crisis  la  que  condujo  a Fausto  a  viajar  a  Machu  Pichu  (Perú)  donde  tuvo  una  “especie  de  revelación”.  Luego  de  ese viaje,  escribió  el  artículo  “El  Cuzco  que  he  sentido”,  que  representaría  el  abandono  del marxismo y el inicio de la nueva etapa de Reinaga: la indianista.

3.     Etapa de pensamiento indianista (1964-1971)

1962  es  una  fecha  clave  para  la  vida  de  Reinaga.  Como  parte  del  proceso  de  gestación del indianismo, arriesgamos la opinión de que su participación central en la fundación del Partido de Indios Aymaras y Keswas (PIAK) constituiría uno de los hitos más importante para la historia del indianismo.
El PIAK fue fundado el 15 de noviembre de 1962, día en que se conmemora el asesinato del líder aymara Tupak Katari efectuado en 1871. Además de la fecha simbólica en que decidieron  iniciar  con  el  PIAK,  el  lugar  donde se firmó el  acta  fundacional es profundamente decidor: Las Peñas, lugar donde fuera ejecutado Tupak Katari. Dice H. Reinaga que cada “indio asistente rubrica con su sangre el Acta (fundacional)”. En 1966 el PIAK se convirtió en el Partido Indio  de  Bolivia  (PIB)  y  en  1968  Reinaga  es  nombrado  jefe  del  PIB.
La  comisión  directiva  del Partido  fue  compuesta  por  las  siguientes  secretarías:  Raymundo  Tambo  (sec.  General o vicepresidente),  Rosendo  Condori  (sec.  de  relaciones),  Claudio  Payi  (sec.  de  prensa y propaganda), Manuel A. Suca (sec. organización), Armando Choque (sec. hacienda), Tania Cruz (vinculación femenina) y Walter Torres (sec. de actas).
La producción intelectual de Reinaga se concentró en la discusión política e ideológica. Por un lado, se abocó a la impugnación de lo que llamará el “pensamiento cholo -mestizo” de Bolivia y de América Latina. Lo hará en las obras:
·         El indio y el cholaje boliviano.
·         Proceso a Fernando Diez de  Medina  (1964)
·         La  inteligencia  del  cholaje  boliviano  (1967)
·         El indio  y  los  escritores  de América (1968).
Por otro lado, en vínculo con la crítica a los “blanco-  mestizos”, se ocupará de fundamentar ideológicamente la perspectiva india en lo político, que tomará  forma  de manifiesto: Manifiesto del Partido Indio de Bolivia (1969), y de tesis políticas: Tesis India  (1971).
En esta línea, su obra emblemática es la Revolución India (1970)  y es la de mayor impacto en la región andina, y en el mundo entero.
Según Esteban Ticona (2017):
“Para Reinaga el indio está estrechamente relacionado a una colectividad. En el libro… el indio es un pueblo, una nación oprimida e incluso una raza. En debate frente al marxismo de los años 70, hace algunos deslindes muy importantes, sobre todo en el campo social y económico, al sostener que el salario y la justicia social no son parte de su lucha, tampoco le interesa al indio convertirse en campesino o asimilarse a la “sociedad blanca”. El “problema del indio” es su condición de “nación oprimida” y esto le obliga que busque su liberación. Además, el indio es un pueblo, una nación con cultura propia, con filosofía propia, con religión propia, es decir, una sociedad con base histórica ancestral. Reinaga reclama el derecho de ser reconocidos y respetados todas las formas de ser indio, particularmente sus rituales como a la pachamana, mediante  sus autoridades espirituales.” (2017,17)
Para Reinaga, el ser indio no tiene que ver con el color de la piel, sino con el pensamiento. El indio es quien está apegado a las  leyes de la naturaleza y sobre todo al respeto a la vida:
“El indio no es color de piel; no es color del cuero. El indio es pensamiento y fe: pensamiento amaútico y fe sabeísta. Quién se piensa Cosmos y se siente chispa de Sol es ¡INDIO! (Reinaga, 1978:21).

4.     Etapa de pensamiento amaútico o reinaguismo (1974-1991)

La biógrafa de F. Reinaga narra que bajo la dictadura de Bánzer (1971-1978) toda la dirigencia del Partido Indio de Bolivia sufrió persecución. Fausto Reinaga fue encerrado en un sótano del Ministerio  del  Interior  y  algunas  de  sus  obras  fueron  quemadas. 
A  pesar  de  la  represión, se lograron editar sus libros América  india  y  Occidente  (1978),  La  razón  y  el  indio  (1978), El pensamiento amáutico (1978) e Indianidad (1978). En  1980  surge  el  Consejo  Indio  de  Sud  América  (CISA)  en  Ollantaytambo  (Perú)  con  una explícita  orientación  indianista.  Fausto  Reinaga  intentó  participar  en  él,  pero  comenta  Hilda Reinaga  que  su  texto  ¿Qué  hacer?  (1980),  escrito  para  el  caso,  fue  silenciado.  Con  lo  cual  se percibe la distancia que tuvo Reinaga no sólo de las organizaciones políticas de izquierda, sino con algunas organizaciones indias de orientación “indianista”.
Todo esto dará lugar al pensamiento amautico. Reinaga habla de dos formas fundamentales de pensar: el pensamiento socrático y el pensamiento amaútico. Se trata, evidentemente, de un  esquema, pero, al parecer, es el más adecuado para exponer la lucha del indio por su libertad.
Frente a esta especie de unidad desgarrada del planeta surgida con el dominio de  Occidente propone el llamado Pensamiento Amaútico, para él única garantía de felicidad y salvación de la humanidad. Para llegar a él se propone la exigencia de erradicar de la  mente y del cerebro de los hombres a Cristo, a Marx y al mismo indigenismo (producto del oportunismo mestizo y la injerencia del marxismo), porque esclavizan y someten al ser humano. A través del pensamiento amaútico se restablecería la unidad entre el hombre y el cosmos, o sea, la verdadera unidad, principio y fundamento de su libertad.
Según Gustavo Cruz (2003), esta etapa Fausto Reinaga la cursa desde 1974, caracterizado por tres obras famosas y cumbres, La Revolución India, Manifiesto del Partido Indio de Bolivia y Tesis India, quien al mismo tiempo reconocía que hará su pensamiento, que ya no reflexionara a partir de otros.
“No soy escritor ni literato mestizo. Yo soy indio. Un indio que piensa; que hace ideas que crea ideas” (REINAGA, 1970, 45).
El tema de fondo es la liberación, conciencia histórica, poder y pensamiento. El pensamiento amautico nace como una reflexión que rompe esquemas, despertando la incontenible fuerza de la liberación del indio. Esta etapa surge de la crítica que tenía al proceso de sustitución del pensamiento indio por el pensamiento occidental. Critico las escuelas por ser un centro de asimilación y despersonalización forzada del indio, la Universidad como el lugar de reproducción de la dominación india, proponiendo la creación de una Universidad India del Qullasuyu.
El pensamiento Amautico es producto del alejamiento de la filosofía de occidente, del indianismo.
“Para llegar al tramo actual de mi pensamiento, yo dejé al pensamiento socrático, dejé al cristianismo, dejé al marxismo y dejé al indianismo” (Reinaga, 1981a: 15)
“El pensamiento amaútico es la concepción cósmica del Universo y de la vida. Para el pensamiento amaútico el hombre piensa, la hormiga piensa, el árbol también. De alguna parte ha debido salir el pensamiento. Ni el hombre ni la hormiga ni el árbol piensan sin el Sol; no viven sin el Sol; de alguna manera el Sol es quien engendra, quien hace la vida de los seres terrestres. Porque sin el Sol no hay, no hay pensamiento. En consecuencia, el hombre piensa gracias al fluido del Padre Sol. El pensamiento, de una u otra manera es energía hecha luz, luz solar” (Reinaga, 1978:26).
El punto es la relación del hombre con la naturaleza. De alguna manera Reinaga, es “el principal precursor de lo que hoy se denomina el “Vivir bien”, bajo el concepto de pensamiento amaútico, entendido como el umbral de la vida ancestral. El pensamiento amaútico, está enraizado en la experiencia y el conocimiento de los pueblos del vasto territorio de Abya Yala.” (Ticona, 2013)

BIBLIOGRAFIA

·         Fundación Amautica (2013) Biografía de Fausto Reinaga, La Paz, Viceministerio de Culturas y Turismo.
·         Gustavo Cruz (2013) Los senderos de Fausto Reinaga: Filosofía de un pensamiento indio. La Paz CIDES UMSA, Plural Editores.
·         Postugal Pedro (2015) ¿Fue Fausto Reinaga el ideólogo del indianismo? Revista MINKA, Numero 3.
·         Reinaga Fausto (2001) La revolución india, La Paz, Fundación Amautica Fausto Reinaga, 2da edición.
·         Reinaga Fausto (1978) El pensamiento amautico. La Paz: PIB.
·         Reinaga Reinaga (2011) Fausto Reinaga, Su vida y sus obras, La Paz, Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, 2da Edición.
·         Ticona Alejo Esteban (2014) El indianismo de Fausto Reinaga, orígenes, desarrollo y experiencia en Qullasuyu-Bolivia, La Paz, Ediciones CIMA.
·         Ticona Alejo Esteban (2017) Fausto Reinaga: del indianismo al pensamiento amautico, La Paz, Textos Antropológicos, UMSA.
·         Hurtado Javier (1986) El Katarismo, La Paz, Bolivia, Hisbol.

APUNTES SOBRE FAUSTO REINAGA (PRIMERO)


¿Quién fue Fausto Reinaga Chavarría?

 Por Santos Diamantino
La Revolución India antes que nada será una Revolución de conciencias. Arderá en el cerebro antes de descender a las manos. Primero será idea antes de ser colmillo y garra. Idea fija y obsesiva, antes de ser acto. Primero será convicción antes de ser golpe.
Fausto Reinaga (1970), La Revolución India, La Paz, Minkaqullasuyu, cuarta edición 2010,122
Fausto Reinaga (1906-1994) fue uno de los pensadores y políticos que influyeron en pensamiento político, social, filosófico en Bolivia, sobre todo en la parte del ecosistema del Ande.
Dos posturas, que le hacen ser en el medio intelectual; se lo considera cholo escritor, político radical y resentido por su postura frente a occidente; otros ven en él a un indio escritor y político revolucionario.
1       Pero ¿cuál es el contexto sociocultural en el que surgió Fausto Reinaga?
Bolivia en su fundación culturalmente era un Estado Colonial. El siglo XX no fue la excepción, era un país dependiente de modelos foráneos. Bolivia se constituía en un país dependiente, periférico y subdesarrollado (por no decir “atrasado”). Eran tiempos en donde el mando estaba a cargo de la oligarquía minero-feudal criollo-mestiza, quienes asumen el poder económico-político, subordinando y excluyendo a los pueblos “indígenas”, mismos que estaban en calidad de mitayos y pongos.
En el medio político se insertan ideas racistas contra los indios, considerados inferiores cultural, biológica e intelectualmente. Caracterizaban a los indios (éticamente) como flojos, vengativos, borrachos; biológicamente eran considerados como los seres más feos, parecidos a un simple animal bípedo. Además de ser los culpables de la Bolivia en retroceso[1].
Bolivia vivía dos tipos de sociedades, la de los blancos (criollos y mestizos, quienes eran superiores y los que dominaban Bolivia) y la de los indios (raza inferior). El cargo de un indio era el de un siervo, era aquel que estaba sobreexplotados por los impuestos en especie y por la moneda de cambio, y una de la formas era mediante trabajos gratuitos (a esa acción se la denominaba mit´anis y pongos).
El contexto político en el que nació Fausto Reinaga era la inserción de un modelo liberal y de una oligarquía minero-feudal. Eran tiempos en el que expropiaban tierras comunitarias, convirtiendo a los indios en colonos  y forasteros.
Pero ¿Quiénes eran los colonos y forasteros?
Los colonos son aquellos que fueron despojados de sus tierras comunitarias, viven dentro de las haciendas, en familias o comunidades íntegras en calidad de siervos, bajo el dominio de un patrón.
Los forasteros viven en otras comunidades como “agregados” o “foráneos” en los pueblos, centros mineros y ciudades capitales, porque han sido desterrados y no pueden vivir ni siquiera en calidad de colonos en sus antiguas tierras.
En este contexto surge Fausto Reinaga, un 27 de marzo de 1906, en el seno de una familia india, conformada por seis personas: sus padres;
  • Jenaro Reinaga (minero fogonero) y Alejandra Chavarría (india campesina).
  • Sus hermanos Rufina, Tomasa (en su texto El Pensamiento Amáutico. Fausto argumenta que sus hermanas fueron asesinadas y Violadas: 1978, 62) y Alberto (fusilado cuando prestaba su ‘servicio militar).
Fausto es el segundo de los hijos. La familia residía en la comunidad de Macha, ubicada en la provincia Chayanta en el norte del Departamento de Potosí (región donde siglos antes había vivido Tomás Katari). Sus padres lo bautizaron con el nombre de José Félix, que luego se cambiará a “Fausto”.
2       Pero ¿Cómo fue su niñez y juventud?
La niñez de Reinaga fue la de un agricultor, arriero, minero, leñador, pastor, y analfabeto. Cuando cumplió 15 años de edad, se va de su casa familiara para ir al pueblo de Colquechaca:
“[…] llegué a Colquechaca cargado de cueros de oveja y phullus (frazadas) hilados y tejidos por mi madre que era mi cama; y de tostado de haba y maíz para mi mantenimiento […] cambié mis ojotas y mi poncho por abarcas y chalina de kaki” (Reinaga, 2004,3)
En este pueblo comienza sus estudios, nutriéndose del pensamiento de occidente lo que por efecto hace que José Félix Reinaga observe otras opciones de conocimiento muy atrayentes y mestizantes.
“Estaba convencido, igual que el cholaje, que el indio era un oprobio en la vida; ser indio era la peor desgracia. Preferible cualquier cosa a ser indio. El insulto INDIO! no sólo que sentía como una tronante bofetada en pleno rostro, sino que se internaba como hierro al rojo vivo en mi conciencia, mi alma y mi corazón. Que me dijeran indio era un dolor que me quemaba la vida. Era no sólo humillación, desprecio, sarcasmo, sino un dolor físico que me desgajaba el ser y me hacía derramar lágrimas de sangre. Quería morir antes que escuchar el insulto de INDIO” (Reinaga, 1978, 69)
Fausto Reinaga rechazaba ser indio porque el contexto en el que estaba (académicamente) no admitía ser indio. Ser mestizo era ser descendiente europeo, y todo cholo formado en una universidad aspiraba a eso, ya que lo indio no traía réditos menos reconocimiento. José Félix Reinaga no quería sentir discriminación por lo que asiente renegar con el apelativo indio. Se cuentan dos hechos: primero en la escuela cuando había ganado un concurso en el primer lugar, él fue cambiado a segundo por ser indio; y otro  en la universidad al ser insultado constantemente como indio.
3       ¿Razones, contexto, para la formación académica de Fausto Reinaga?
Estudia Fausto Reinaga porque una de las hijas trabajaba como cocinera donde un abogado de los “Patiño Mines” en Colquechaca, oportunidad para que asistiera a la escuela.
Lo primero que hace al ingresar a la escuela a los 16 años es aprende a hablar y escribir en castellano. Cuando termina el cuarto de primaria viaja hacia la ciudad de Oruro para continuar sus estudios en el Colegio Bolívar, donde es recibido como alumno condicional hasta que presente el certificado de sexto curso. El buen rendimiento de Reinaga hará que se lo admita como alumno regular. La institución educativa en la que estaba Reinaga se caracterizaba por ser de clase mestizo-chola, en ella también fueron alumnos Carlos Montenegro y Víctor Paz Estenssoro.
Los gastos de sus estudios fueron cubiertos porque Reinaga trabajaba como reportero en el diario “La Vanguardia” y como corrector de pruebas del diario “La Patria”. Terminando esta etapa decide ir a Sucre con el fin de concluir su bachillerato en la escuela Junín, estudiando posteriormente la carrera de Derecho en la Universidad San Xavier de Chuquisaca. Se gradúa en 1936 a los treinta años de edad, con la tesis “Mitayos y Yanaconas[2].
Reinaga trabaja también como profesor de filosofía del Colegio Nacional de Junín, director del periódico “El Tribuno” (del partido republicano) y docente universitario de economía política. Después de defender su tesis de licenciatura, trabaja como abogado y asesor de organizaciones obreras.
En su tiempo uno de los intelectuales más importantes en Bolivia es Franz Tamayo. Algunos (intelectuales como Víctor Hugo Cárdenas) consideran que es uno de los precursores del indigenismo[3] en Latinoamérica donde esta Carlos Mariátegui, Luis Valcárcel, José María Arguedas, Martin Chambi, José Sabogal, Daniel Alomia Robles, Cándido Rondón. Sin duda Reinaga es uno de sus seguidores y admiradores, haciendo amistad con este pensador, relación que tendrá corta duración.
“…yo era un idólatra de Franz Tamayo. Le rendí culto. Pero el pensador al enfrentarse con la Revolución [Nacional de 1952] me dio un zarpazo. Sufrí mucho.”(Reinaga, 1956,5)
Fausto Reinaga criticó a Tamayo por su ética de vida, él tenía en su hacienda indios-pongos, a los que explotaba. Además era un intelectual que respondía a la oligarquía que había promovido la caída del gobierno de Gualberto Villarroel y uno de los que era crítico a la Revolución de 1952.
Fausto Reinaga en su producción intelectual tiene:
·         Mitayos y Yanaconas, 1940.
·         Víctor Paz Estenssoro, 1949.
·         Nacionalismo boliviano, 1952.
·         Tierra y libertad, 1952.
·         Belzu, 1953.
·         Franz Tamayo, 1957.
·         Revolución, cultura y crítica, 1957.
·         El sentimiento mesiánico del pueblo ruso, 1960.
·         Alcides Arguedas, 1960.
·         España, 1960.
·         El indio y el cholaje boliviano, 1964.
·         La ‘intelligentsia’ del cholaje boliviano, 1967.
·         El indio y los escritores de América, 1968.
·         La revolución india, 1970.
·         El manifiesto del partido indio de Bolivia, 1970.
·         Tesis india, 1971.
·         América india y occidente, 1974 (que fue traducido al francés en 1979 y al alemán en 1980).
·         La razón y el indio, 1978.
·         El pensamiento amáutico, 1978.
·          Indianidad, 1978.
·         ¿Qué hacer?, 1980.
·         El hombre, 1981.
·         La revolución amáutica, 1981.
·         Bolivia y la revolución de las FF.AA., 1981.
·         La era de Einstein, 1981.
·         La podredumbre criminal del pensamiento europeo, 1982.
·         Sócrates y yo, 1983.
·         Europa prostituta asesina, 1984.
·         Americaé: 500 años de Esclavitud, hambre y masacre, 1984.
·         Crimen, Sócrates, Cristo, Marx, Churchill, Roosevelt, Stalin, Hitler, Reagan, Gorbachov, 1986.
·         El pensamiento indio, 1991.
Alcanzando a 32 obras con contenido filosófico político y cultural. Al mismo tiempo es autor de manifiestos, discursos, artículos, en periódicos y revistas, como La voz del indio (1 ejemplar), Rumbo Sindical (7 ejemplares) y la revista Abril (2 ejemplares).
Según afines a este autor (como Rene Ticona, Esteban Ticona y otros), Fausto Reinaga tuvo tres momentos en su construcción teórica (mismo que será desarrollado en la segunda unidad):
1)     El marxista-nacionalista, reflexiona sobre los intelectuales cholo-mestizos.
2)     El indianista, es decir; el problema del indio y la revolución india.
3)     El amáutico.
Según Huberto Mata, en su obra Kaymari Jatunk´a, Fausto Reinaga es:
“… el escritor de nuestro tiempo, tiene el deber y la función de llamar al pan, pan y al vino, vino; su arma de combate es la sinceridad desnuda; su derecho y su justicia es la verdad […] El escritor tiene en sí, en sus pensamientos y actos, una sagrada misión en la vida; la misión de la verdad y la libertad. […] Estos conceptos se han hecho sangre de mi sangre y viven en mi vida como substancia fertilizante de mi espíritu de indio kolla.” (Mata, 1968, 41)
5.     ¿Cuál fue su militancia política?
Fausto Reinaga desde muy joven se mete en política. Él tiene la posibilidad de estar en la época del Partido Obrero Revolucionario (POR) de Tristán Maroff, el Partido Socialista (PS), el Partido Izquierda Revolucionario (PIR) de José Antonio Arce, el Partido Obrero Revolucionario (POR) de Lora, el Partido Comunista de Bolivia (PCB). Tiempo también en el que surge el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Después de la Guerra del Chaco, surgen gobiernos de izquierda: el “socialista” de Domingo Toro, el “nacionalista de corazón” de Germán Busch, y posteriormente el gobierno “nacionalista” de Gualberto. Villarroel.
Fausto Reinaga se define como marxista-leninista. En la universidad se desempeña como dirigente, sirve como Secretario de Culturas de la Federación Obrera, y también delegado en distintos congresos universitarios, en protestas, mítines y marchas en las luchas universitarias y obreras, frente a los acontecimientos más importantes de Bolivia.
En 1940 es parte del PIR, siendo no sólo militante sino también uno de los fundadores del partido, aunque se retira un año más tarde. Posteriormente, en 1943 ingresa al MNR, trabajando arduamente, como militante y representante en el Congreso.
En 1944, ingresa al gobierno del Gral. Gualberto Villarroel (1944-1946), gracias a la alianza MNR y RADEPA realizándose un congreso de donde sale diputado por Chayanta. En 1945 viaja como delegado político a México a dos congresos internacionales y a estudiar el problema agrario. Al mismo tiempo viaja a los Estados Unidos para entrevistarse con Mauricio Hochschild en Nueva York, el objetivo aclarar una supuesta corrupción de dos militares de la Revolución que habían extorsionado al empresario minero (sobre el tema, se sugiere ver el texto de Reinaga 1956, Franz Tamayo y la Revolución boliviana, 207-208).
Después de lo ocurrido en 1946 con Gualberto Villarroel, Reinaga se exilia a la Argentina, donde conoce a Juan Domingo Perón quien le da trabajo. En 1951, al retornar a Bolivia vuelve al MNR para trabajar con Hernán Siles Suazo. Pero arremete de nuevo contra el partido al denunciar que se estaban construyendo nuevas roscas políticas, con lo que es expulsado del partido. En 1952 dirige la revolución desde Villa Pabón. Según Mata:
“… razón me sobraba para salir, arma al brazo, en la madrugada del 9 de abril de 1952. Porque hacer una Revolución era, fuera de romper las cadenas de mi ergástula política, luchar por la realización de mi ideal […], pasados, 9, 10 y 11 de abril, desde la alborada del día 9 formé y jefaturicé el Comité Revolucionario de Villa Pabón; luché sin escatimar sacrificio hasta el triunfo de la libertad del pueblo.” (Mata, 1968,52)
Estas actitudes le causara la cárcel, hasta casi hacerse fusilar, los del partido del MNR obligan a Reinaga a que firmase una misiva donde aseguraba que se había equivocado, respecto de lo que le había tildado a Víctor Paz Estenssoro de traidor. En su texto Franz Tamayo y la Revolución boliviana, asegura que él se entregó íntegramente a la revolución de 1952:
“… padecí y sufrí y me mantuve firme dentro de la línea revolucionaria, gracias a la fuerza de una convicción que llevo en todo mi ser: la convicción de que esta Revolución que vive Bolivia es mi Revolución. Mi Revolución, porque por ella luché veintiséis años íntegros (1930-1956). A ella entregué lo mejor de una existencia entera”. (Reinaga, 1956, 217)
Su residencia después de la caída de Villarroel estará en Killi Killi (conocido hoy en día como Villa Pabón). Reinaga vive con sus dos hijos: Ramiro y Álvaro, con su madre Alejandra, y su sobrina Hilda Reinaga.
Es preciso resaltar que hasta 1960 aproximadamente Fausto Reinaga es MARXISTA LENINISTA. Además que considera fundamental civilizar al indio e integrarlo al proyecto nacional (mestizarlo). No obstante, al viajar Reinaga al IV congreso en Alemania en los 40 años de aniversario de la Revolución Rusa, le surgen otras ideas al observar la condición proletaria y la situación de los campesinos en los países comunistas de occidente.
Según René Ticona
“En 1957 participa en Leipzig (Alemania) en el IV Congreso Mundial de Sindicatos organizados por la Federación Sindical Mundial, con la ponencia “La Revolución Boliviana”, y luego en la celebración del 40 aniversario de la Revolución Comunista Rusa, en la Unión Soviética. En esta última ve de cerca la otra cara del socialismo al que tanto admiró y entonces escribe la “URSS profunda”. A su regreso, participa en un Congreso del Partido Comunista en Montevideo (Uruguay), donde es apresado por cuestiones políticas, y no es apoyado por los comunistas del congreso. En adelante, “[…] le recorre un estremecimiento al sospechar que la doctrina de Lenin, de Marx, de Engels, la doctrina del Comunismo, no es el camino para salvar ni liberar a su pueblo”. Por otro lado, constata la paradójica actitud de los socialistas y comunistas bolivianos, que están lejos de cumplir el proyecto revolucionario de Marx y Lenin, ya que en los hechos sólo aspiran acceder a los poderes políticos y económicos, manipulando y corrompiendo a las organizaciones y autoridades mineras y campesinas. De ahí su solidaridad con la opinión del Che Guevara según la cual “los comunistas bolivianos son unos cerdos que sólo quieren dólar”. Más aún –según Reinaga– el socialismo y el comunismo no pretenden liberar al indio, sino asimilarlo dentro la sociedad mestiza, simplemente en calidad de campesino.” (Ticona, 2016, 18)
Por eso siente Fausto Reinaga  que se vio engañado por el marxismo llevándole al alejamiento de la misma. En el texto Revolución India argumenta la primera experiencia en el cambio de timón ideológico.
“A mi regreso de Europa, rompo con toda mi tradición intelectual y con toda mi producción mestiza […]. Es otra etapa, otro camino que he encontrado; y tengo otra meta en el horizonte. En mis obras de 1940 a 1960 yo buscaba la asimilación del indio por el mestizo. Y en las que he publicado de 1964 a 1970 yo busco la liberación del indio, previa destrucción del mestizo. En lugar de la Revolución Nacional o la Revolución comunista, yo planteo la Revolución India”. (Reinaga, 1970, 453)
“Nunca tuve la oportunidad de ver tan claramente el problema de los países andinos. Humberto, mis desgracias personales se han quedado sin ningún valor, ante la gran verdad que he descubierto: EL INDIO es un mundo aparte del mundo blanco o civilizado; del mundo del cholaje del Perú, Ecuador o Bolivia. El indio en posesión de SU tierra – como en Bolivia – o sin ella, como en el Perú o el Ecuador, es una raza con un océano de odio al blanco […] Esta fuerza es incontenible. Hay que darle un PARTIDO INDIO. La revolución india es fatal: la inteligencia, la conciencia responsable debe, pues, crear el PARTIDO para que conduzca científicamente la REVOLUCIÓN.” (Mata, 1968, 67-68)
El tema ahora es el indio en sus reflexiones, conocido como su segunda etapa, definiéndose indio en cuerpo y alma. En razón de esto surgen tres textos; La revolución india, El manifiesto del partido indio de Bolivia y la Tesis india. En ella se desarrolla el principio étnico – racial poniendo en cuestión el problema del nacionalismo y del indio, cuestiona la ideología socialista y comunista como encubridora y deformadora de la Republica racista y colonial.
A partir de aquí la tesis será el indio como sujeto político y portador de un proyecto revolucionario. El indio debe asumir el poder político para construir el nuevo Estado Socialista Comunista Indio Moderno.
Fausto Reinaga políticamente participa en los congresos campesinos departamentales y nacionales.
Según Hilda Reinaga, 1962 es una fecha clave para la vida de Reinaga. Como parte del proceso de gestación del indianismo, arriesgamos la opinión de que su participación central en la fundación del Partido de Indios Aymaras y Keswas (PIAK) constituiría uno de los hitos más importante para la historia del indianismo. El PIAK fue fundado el 15 de noviembre de 1962, día en que se conmemora el asesinato del líder aymara Tupak Katari efectuado en 1871. Además de la fecha simbólica en que decidieron iniciar con el PIAK, el lugar donde se firmó el acta fundacional es profundamente decidor: Las Peñas, lugar donde fuera ejecutado Tupak Katari.
Dice Hilda Reinaga que cada “indio asistente rubrica con su sangre el Acta (fundacional)”. En 1966 el PIAK se convirtió en el Partido Indio de Bolivia (PIB) y en 1968 Fausto Reinaga es nombrado jefe del PIB. La comisión directiva del Partido fue compuesta por las siguientes secretarías: Raymundo Tambo (sec. general o vicepresidente), Rosendo Condori (sec. de relaciones), Claudio Payi (sec. de prensa y propaganda), Manuel A. Suca (sec. organización), Armando Choque (sec. hacienda), Tania Cruz (vinculación femenina) y Walter Torres (sec. de actas).
En este tiempo Fausto Reinaga impugnara el “pensamiento cholo-mestizo” de Bolivia y de América Latina, y esto se verá en las obras: El indio y el cholaje boliviano. Proceso a Fernando Diez de Medina (1964), La inteligencia del cholaje boliviano (1967), El indio y los escritores de América (1968).
Otro hito importante en la biografia de Fausto Reinaga es que tuvo relación con el gobierno de Juan José Torres, quien gobernó con una orientación “nacional popular” entre octubre de 1970 y noviembre de 1971, año en que fue derrocado por un sector de derecha del ejército boliviano liderado por Hugo Banzer.
En la época de Hugo Banzer Suarez (1971-1978), Fausto Reinaga encerrado en el sótano del Ministerio del Interior, no detuvo su espíritu de escritor y demandante, fue la época en que salió los textos, América india y Occidente (1978), La razón y el indio (1978), El pensamiento amáutico (1978) e Indianidad (1978). En 1980 surge el Consejo Indio de Sud América (CISA) en Ollantaytambo (Perú) con una explícita orientación indianista, del que no participa Reinaga.
En la dictadura de Luis García Mesa (1980-1981), Reinaga propone una revolución india armada, mediante los soldados indios que constituyen el 90% de las Fuerzas Armadas. El punto es la liberación del indio. La Revolución India es por eso la conquista del Poder por el indio.

Bibliografía

BARRE, Marie Chantal (1983) Ideologías, indigenistas y Movimientos Indios, Siglo XXI editores.
BONFIL, Batalla (1982), El Etnodesarrollo: sus premisas jurídicas, políticas y de organización; América Latina; Etnodesarrollo y Etnocidio, Ediciones FLACSO, san José de Costa rica
REINAGA, Fausto (1978). El pensamiento amáutico. La Paz: Partido Indio de Bolivia.
REINAGA G. (2004)., Hilda. Fausto Reinaga su vida y sus obras. La Paz: MALLKI
REINAGA, Hilda (2011) Fausto Reinaga: Su vida y sus obras. La Paz-Bolivia.
REINAGA, Fausto (1956). Franz Tamayo y la Revolución boliviana. La Paz: CASEGURAL. 
REINAGA, Fausto (1970). La revolución india. La Paz: Partido Indio de Bolivia.
REINAGA, Fausto (1981) El Hombre. La Paz: CAM.
CRUZ, Gustavo (2013). Los senderos de  Fausto Reinaga, filosofía de un pensamiento indio. La Paz: CIDES-UMSA y Plural editores.
MATA G., Humberto (1968). Kaymari Jatunk´a. La Paz: Renovación.
TICONA, Condori René (2016), El pensamiento indianista de Fausto Reinaga un análisis desde la teoría política, UMSA, La Paz.
TICONA Alejo, Esteban; El indianismo de Fausto Reinaga: Orígenes, desarrollo y experiencia en Qullasuyu-Bolivia; Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos; 2013. PDF.



[1] De no haber predominio de sangre indígena, desde el comienzo del país habría adoptado toda clase de perfecciones en el orden material y moral, y estaría hoy en el mismo nivel que muchos pueblos más favorecidos por corrientes inmigratorias venidas del viejo continente. Ejemplo: Chile, Argentina, Uruguay. ARGUEDAS, Alcides (1909). Pueblo enfermo. La Paz: Editorial GUM. Pág. 30.
[2] Su trabajo consiste en el estudio de la sociedad del Tawantinsuyu, desde una perspectiva marxista.
[3] Estos intelectuales se concentran en el estudio y valoración de las culturas indígenas, cuestionando los mecanismos de discriminación y etnocentrismo en perjuicio de los pueblos indígenas. Consideramos que el indigenismo tiene sus inicios en 1940 Patzcuaro como proyecto nacional. Entendiéndose el indigenismo como un diseño del Estado para modificar la manera de ser de los pueblos indígenas.