miércoles, 27 de enero de 2016

DISCURSO O REALIDAD EN EL MANEJO DEL PODER POLITICO EN BOLIVIA


DISCURSO O REALIDAD EN EL MANEJO DEL PODER POLITICO EN BOLIVIA
Por Santos Diamantino[1]
El 22 de enero del 2016 el Vicepresidente del Estado plurinacional de Bolivia, decía: “… hace 10 años asumíamos la presidencia y la vicepresidencia, era un momento victorioso de una oleada revolucionaria de indígenas, obreros, campesinos, vecinos y jóvenes que habían impedido la privatización del agua el año 2000, gente que impidió la exportación del gas a Chile y de este a Estados Unidos.” Sin embargo, en la realidad ¿esto es así? ¿Será que Álvaro García Linera fue parte de estos momentos que él menciona como parte de la victoria de los pueblos indígenas que viven en la ciudad y en el campo, o, será que él miraba desde las aulas universitarias, oyendo y viendo desde los medios de comunicación? ¿No será que la victoria es sólo del pueblo y no de los que ahora están en el país, y se atribuyen este merito, diciendo que nos representan?
Posterior a esto, el vicepresidente se atribuye la recuperación de recursos naturales, no obstante si vamos a las fronteras del país, sobre todo a la amazonia. Se puede observar una oleada de migración externa que está extrayendo y degustando de recursos naturales del país. ¿Entonces se recupera o se pierde recursos naturales? porque una cosa es en el papel y otra estar en el lugar y fijarse que esto sea así.
Después se jactan de impulsar la Asamblea Constituyente del Estado. Sin embargo este ya fue un proyecto indianista y katarista proyectado al finalizar los años 70. Además este proceso si veía venir si o si: Las nuevas generaciones gozamos de tecnologías que nos permiten comunicarnos y aprender todo el tiempo. No hay gente que quiera quedarse en el anonimato sin decir lo que piensa, no hay gente que quiera ser negada y abusada en la actualidad. El ejemplo son las ferias que existen en las principales ciudades del país. El boliviano, o el aymara que vive en la ciudad o en el campo ya no se calla, ni se queda en el anonimato. La realidad ha cambiado, ya no es época en la que el aymara, quechua, guaraní u otros indígenas se quede en el campo a labrar su tierra. Este nuevo indígena conoce, tiene su auto, su casa, negocios por todo el país, sabe cómo funciona la economía.
El boliviano de este siglo quiere vivir mejor (tangencialmente) no vivir bien (mundo ideal), sus ansias de estar mejor no tiene límites. Si sólo mencionamos los problemas de medio ambiente que maneja la estructura de gobierno, se percibe que están equivocados frente a la realidad. Una cosa es ir un rato a inaugurar obras a un pueblo y otra quedarse por lo menos una semana y conocer lo que esa persona vive y siente en el lugar. En el campo no existe el derecho de la naturaleza, sino, el cómo va sobrevivir el ser humano. Las ideas que se expresan en los papeles que firma el presidente se quedan en el papel. El sólo hecho de aseverar la regulación del comportamiento humano es idealista y romántica, porque controlar al ser humano es imposible.
La lógica postmoderna del aymara y quechua que se ha formado y vive en las ciudades como en los campos es, usar sin restituir, hay una lógica individual. Los mismos inventos tecnológicos han fomentado esto, hay cierta egolatría consumista, es decir; La naturaleza y las especies vivientes son objetos con dueños o simples recursos naturales. La naturaleza es reconocida en tanto su utilidad (ganancia y consumo). Con todo esto ¿Quién libera a la naturaleza de tan natural esclavitud? ¿Un gobierno supuestamente indigenista-pachamamista? Además que es un gobierno que cosifica a la naturaleza al decir que se “recuperó los recursos naturales”. La naturaleza no es un ente dominable, más bien somos presa de su dominación natural. Por eso es importante reconceptualizar muchas ideas en la estructura del gobierno, con ideas reales, no idealistas.
Un tercer logró según Álvaro García Linera es, que el gobierno sea “indígena obrero campesino popular.” Si nos remontásemos a las ideas de identidad, ninguna de estas se cumplen en la estructura, aunque el tema no establece algo definitorio. Pero ¿es la identidad, todavía en estos tiempos post- modernos, un tema de interés para la gente que vive en los campos como en las ciudades? ¿Ellos sabrán sobre los arduos debates que se da en la ciudad, en la academia, en la estructura del gobierno sobre la identidad? ¿Cómo construyeron su concepto de identidad para decir que el gobierno es indígena obrero campesino y popular? preguntas que aún se mantienen en el imaginario de los que degustamos de estos temas.
Otra de las frases que lanzó el vicepresidente fue que el gobierno “puso fin al Estado neoliberal y colonial vigente”. Sobre este punto alguna reflexión política filosófica. Es verdad que en la actualidad la discusión sigue dividida (izquierda y derecha), una política que aún se basa en los acontecimientos de la revolución industrial, donde la explotación laboral era abusiva y brutal, que obreros trabajaban por una cantidad de dinero sin descanso. De donde surge un movimiento que hoy se conoce como la izquierda política, quien acuña dos corrientes políticas, el comunismo y el socialismo, la primera busca suprimir la explotación laboral y la del empresario; la segunda permite la figura del empresario imponiendo restricciones tales que no pudiera explotar a sus trabajadores. Su objetivo es que la clase baja no sea subyugada por la clase alta, de ahí parte la izquierda. Es esta la caracterización, sin embargo ¿es esto así en el país, la realidad es esta? Porque los adeptos al partido de gobierno se hacen decir de izquierda.
La derecha política tiene dos corrientes, la conservadora y la capitalista liberal. La primera impone una doctrina moral y patriótica, tiene ideas que para los jóvenes son muy cuadradas, disciplinadas, rompiendo la pluralidad y la conducta individual. La política liberal capitalista propone el libre mercado, lo cual se traduce en que la empresa privada sea el principal motor de la sociedad, porque es sabido que cuanto más ganen lo señores, mejor comen y visten sus empleados. Sus políticas son económicas, beneficia a los empresarios, independientemente si son pequeños o grandes. Al respecto Karl Kraus decía; “la ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo”. En el capitalismo no hay un equilibrio justo, porque se busca beneficio de pocos. José Luis Sampedro decía; “Una sociedad que sustituye bienestar por beneficio es el exponente de una sociedad en grave decadencia”. Por eso es que la empresa privada no puede ser el principal motor de la sociedad. No obstante ¿Qué ocurre en Bolivia? ¿se suprimió este tipo de políticas yoyistas?
El vicepresidente afirmó que “los indígenas votaron por sí mismos, los humildes votaron por sí mismos, los trabajadores votaron por sí mismos, que es un programa de poder hecho por ellos mismos y con ello, lo que fue posible el 500 años al fin sucedió”. Sin embargo, la nueva inteligencia citadina que viene del campo, no se traga este cuento, “mientras más lean las ovejas, más negras se pondrán” dice el dicho. La juventud tiene conciencia, es un ser que se informa es un ser humano libre, tiene conciencia de que no es así. Sabe que se coimea a líderes indígenas, campesinos y obreros, para que sus afiliados a sindicatos, asociaciones, federaciones y confederaciones voten por el que tiene el poder, si este no lo hace este es castigado de diversas maneras.
Esa es otra forma de hacer política barata, y discursear bonito en el palco. Un gobierno que asevera que es un país democrático, pero acalla voces de periodistas, de dirigentes, de gente que piensa distinto. Para la reflexión, un país, cuyo gobierno apalea ciudadanos para silenciar su voz no es un país democrático. Medios de comunicación que se ven determinados por el apoyo económico que da el Estado, no es democrático. Noam Chonsky decía, “el propósito de los medios masivos no es tanto informar sobre lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión publica de acuerdo a las agendas del poder corporativo y dominante.” Y de alguna manera esta idea se ve reflejada en el país.
Estas ideas se deben considerar, no se pueden olvidar, acciones como lo del TIPNIS, una policía deteriorada, una justicia manipulada, medios sometidos al poder. Hay que reflexionar en estos tiempos de manera seria, no apasionadamente, porque el pueblo que olvida su historia está condenado a repetir desgracias.




[1] Filosofo, Antropologo y músico- cantautor.