domingo, 22 de noviembre de 2020

CÓMO HACER ETNOGRAFÍA

 

Cómo hacer Etnografía



 

La etnografía se puede utilizar para describir episodios, encuentros, sucesos, movimientos, organizaciones, entidades, comunidades, y se realiza a partir de una investigación de campo. 

 

Lo que caracteriza y define al método etnográfico reside en la relación directa vivida por el investigador en una sociedad en la que pasará un cierto tiempo, el cual puede ir de unos meses a unos años.   Entonces hacer etnografía es establecer relaciones, seleccionar a los informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas del área, llevar un diario; lo que la define es cierto tipo de esfuerzo intelectual, una especulación elaborada en términos de “descripción densa”.

 

Los rasgos característicos de la descripción etnográfica son los siguientes: es interpretativa, lo que interpreta es el flujo del discurso social, la interpretación consiste en tratar de rescatar “lo dicho” en ese discurso de sus ocasiones perecederas.

 

Algunas de las técnicas utilizadas para hacer etnografía son las siguientes: entrevistas a informantes, observación de ritos, establecer términos de parentesco, establecer límites de propiedad, hacer censo de casas, escribir un diario.

 

De acuerdo con Piergiorgio Corbetta una de las técnicas más importantes para hacer estudios antropológicos-etnográficos es la observación participante, es por esa razón que a continuación y de acuerdo con él nos referiremos a la observación participante, ya que considera que ésta constituye el instrumento principal de este tipo de investigaciones.

 

Existe observación y observación participante, mientras la observación indica la técnica para la recopilación de datos sobre comportamiento no verbal, la observación participante hace referencia a algo más que una mera observación, incluye la intervención directa del investigador en el objeto estudiado. La observación participante implica mirar y escuchar, conlleva un contacto personal e intenso entre el sujeto que estudia y el sujeto estudiado, una larga interacción que puede durar incluso años, con una participación del investigador en la situación objeto de estudio, que constituye su elemento distintivo.

 

En la observación participante el investigador baja al campo se adentra en el contexto social que quiere estudiar, vive como y con las personas objeto del estudio, comparte con ellas la cotidianidad, les pregunta descubre sus preocupaciones y sus esperanzas, sus concepciones del mundo y sus motivaciones al actuar, con el fin de desarrollar esa “visión desde dentro” tan importante para la comprensión.

 

Por lo que, son dos los principios que rigen este enfoque: a) que el conocimiento social sólo se puede alcanzar mediante la comprensión del punto de vista de los actores sociales, mediante un proceso de identificación con sus vidas; b) y esta identificación sólo se puede realizar mediante la integración en su cotidianidad, con una interacción cotidiana y directa con los sujetos estudiados.

 

Por tanto, la observación participante es una técnica en la que el investigador se adentra en un grupo social determinado de forma directa, durante un período de tiempo relativamente largo; en su medio natural; estableciendo una interacción personal con sus miembros; y para describir sus acciones y comprender, mediante un proceso de identificación, sus motivaciones.

 

El observador participante debe observar, escuchar y preguntar, y al preguntar, los instrumentos que emplea son los de la entrevista. Al mismo tiempo debe documentarse sobre los hechos que suceden y los sucedidos en el pasado, examinar el material documental existente sobre la comunidad que estudia y el que ésta produce (relatos históricos, autobiografías, cartas, actas, informes, artículos de periódicos) y para hacerlo utiliza los instrumentos del análisis documental.

 

Es importante señalar que esta técnica no sigue un recorrido lineal, constituido por fases que se suceden de forma preestablecida. La observación participante es una técnica difícil de codificar y explicar, ya que se trata de una experiencia más que un conjunto de procedimientos coordinados, cuyo progreso depende básicamente de la compleja interacción que se establece entre el problema estudiado, el sujeto que estudia y lo sujetos estudiados.

 

La observación participante resulta ideal para el estudio de culturas específicas, universos culturales autónomos y a menudo muy divergentes de la cultura dominante: la observación participante sigue siendo la técnica ideal para el estudio de la desviación, la marginalidad social, las minorías étnicas, las sectas religiosas, las organizaciones cerradas y los grupos alternativos en todos los sentidos.

 

Para hacer la observación existen dos maneras: mediante observación declarada u observación encubierta. El investigador puede dar a conocer u ocultar sus objetivos reales: puede declarar previamente que es un investigador que quiere formar parte de un determinado grupo social, no para compartir sus objetivos, sino para estudiarlo, o puede integrarse en la situación social en cuestión, fingiendo formar parte de la misma como un miembro cualquiera.

 

Una vez elegido el caso a estudiar y establecida la modalidad de observación (encubierta o declarada), la primera cuestión que debe abordar el investigador es el acceso al entorno estudiado.

 

Cuando se tiene problemas para incursionar en un determinado grupo o sociedad, existe una forma común de resolver el problema es la intervención de un mediador cultural. Esta táctica consiste en recurrir a la credibilidad y el prestigio de uno de los miembros del grupo para legitimar al observador y hacer que el grupo lo acepte. El mediador cultural es una persona que goza de la confianza de la población estudiada y que al mismo tiempo, por sus características culturales, es capaz de comprender las motivaciones y las exigencias del etnógrafo.

 

Una vez logrado el acceso al entorno que se desea estudiar, el trabajo del investigador no ha hecho más que empezar. Aun tiene que ganarse la confianza de los sujetos observados mediante el trabajo cotidiano y paciente. En este contexto entran en juego los rasgos psicológicos y de carácter del investigador, su sensibilidad, su capacidad para gestionar la relación no sólo con los demás sino también consigo mismo (frustraciones, implicación emocional).

 

Otro de las herramientas que se pueden utilizar son los informadores, quienes son individuos pertenecientes a la comunidad que el observador utiliza para conseguir información e interpretaciones dentro de la cultura estudiada y con los que establece una relación personal intensa y a veces de verdadera amistad.  También existen informadores institucionales y los no institucionales.

 

Una de las acciones más importantes que lleva a cabo un etnógrafo es observar, esta acción debe ser selectiva, ya que no es posible observarlo todo.

 

Las cosas que se deben observar son las siguientes: el contexto físico, el contexto social, las interacciones formales, las interacciones informales, las interpretaciones de los actores sociales.

 

Otra de las tareas que un etnógrafo debe realizar es el registro de información, y en la información participante ésta adopta la forma de apuntes cotidianos, una especie de cuaderno de bitácora donde se refiere con riqueza de detalles y reflexiones personales todo lo que el investigador ha observado a lo largo del día. La redacción de estas notas es parte de la observación participante.

Estas notas cotidianas nacen de la interacción entre el observador y la realidad observada, por lo que constan básicamente de dos componentes: la descripción de los hechos, acontecimientos, lugares y personas, y la interpretación de los mismos del investigador, con sus impresiones, reflexiones y reacciones.

 

Cuándo debemos registrar las notas, lo ideal es lo antes posible y lo más cerca posible del hecho a registrar, lo recomendable es tener un cuaderno a la mano sobre el que pueda realizar breves apuntes.

 

Qué debemos registrar,  la descripción de los hechos, la interpretación del investigador y las interpretaciones de los sujetos estudiados. La interpretación de investigador suele constar de dos partes: las reflexiones teóricas y las reacciones emocionales.

 

Cómo debemos registrar, debemos diferenciar bien los tres componentes de las notas, descripciones, interpretaciones del observador e interpretaciones de los sujetos estudiados, debe preservarse siempre el principio de fidelidad.

 

Después de realizados estos pasos hemos llegado a la que probablemente sea la parte más difícil de la investigación mediante observación participante: el análisis del material empírico recopilado y la redacción del informe final. Éste debe ser un proceso continuo, que tiene lugar en parte durante la propia observación, este análisis también debe ser retroactivo y cíclico. Esta descripción debe ser sustanciosa, se trata de elaborar una verdadera construcción que resulta de ensamblar materiales diversos: narraciones procedentes de entrevistas en profundidad, historiales de vida, grabaciones en directo de los protagonistas, reportajes periodísticos, crónicas, textos de discurso, material documental de todo tipo.

 

Estos son los rasgos más importantes de la etnografía y pasos que se deben seguir ésta, espero le sea de utilidad este breve referente para quienes estén interesados en aplicar este método de investigación.


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