"La mierda tiene sus historias. Son muchas, sin duda. Una de estas historias perteneció a las formas de actuar y pensar de hombres que vivieron en Mesoamérica junto a los lagos, dentro de ellos, rodeados por conos apagados de volcanes, respirando el aire delgado que beben las águilas. De su dios radiante recibieron el nombre de mexicas."
Hace unos cuantos años, un gran pintor mexicano le propuso a un reconocido antropólogo, estudiar juntos la cuestión del excremento en la cultura amerindia de su pais. De este encuentro, surgieron imágenes impresionantes y una (vieja) historia de la mierda hecha a partir de cientos de historias dispersas por aquí y por allá en la literatura prehispánica, en las crónicas españolas del siglo XVI, en la literatura de la Colonia, en el folklore, en los datos etnográficos, en los tratados médicos...
El lector, sorprendido desde el principio al ver una materia tal embarrada a lo largo de la pagina, descubre una erudición vasta, poco antes de aprender una lección inigualable. La mierda, el excremento, el desecho se encuentran en el fundamento de las representaciones corporales, pero también de ciertas concepciones del cosmos. Ningún campo de la actividad humana escapa finalmente al contacto de esta sustancia vil.
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