Cómo
hacer Etnografía
La
etnografía se puede utilizar para describir episodios, encuentros, sucesos,
movimientos, organizaciones, entidades, comunidades, y se realiza a partir de
una investigación de campo.
Lo
que caracteriza y define al método etnográfico reside en la relación directa
vivida por el investigador en una sociedad en la que pasará un cierto tiempo,
el cual puede ir de unos meses a unos años.
Entonces hacer etnografía es establecer relaciones, seleccionar a los
informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas del área,
llevar un diario; lo que la define es cierto tipo de esfuerzo intelectual, una
especulación elaborada en términos de “descripción
densa”.
Los
rasgos característicos de la descripción etnográfica son los siguientes: es interpretativa, lo que interpreta es el
flujo del discurso social, la interpretación consiste en tratar de rescatar “lo
dicho” en ese discurso de sus ocasiones perecederas.
Algunas
de las técnicas utilizadas para hacer etnografía son las siguientes:
entrevistas a informantes, observación de ritos, establecer términos de
parentesco, establecer límites de propiedad, hacer censo de casas, escribir un
diario.
De
acuerdo con Piergiorgio Corbetta una de las técnicas más importantes para hacer
estudios antropológicos-etnográficos es la
observación participante, es por esa razón que a continuación y de acuerdo
con él nos referiremos a la observación participante, ya que considera que ésta
constituye el instrumento principal de este tipo de investigaciones.
Existe
observación y observación participante,
mientras la observación indica la
técnica para la recopilación de datos sobre comportamiento no verbal, la observación participante hace
referencia a algo más que una mera observación, incluye la intervención directa
del investigador en el objeto estudiado. La observación participante implica
mirar y escuchar, conlleva un contacto personal e intenso entre el sujeto que
estudia y el sujeto estudiado, una larga interacción que puede durar incluso
años, con una participación del investigador en la situación objeto de estudio,
que constituye su elemento distintivo.
En
la observación participante el investigador baja al campo se adentra en el
contexto social que quiere estudiar, vive como y con las personas objeto del
estudio, comparte con ellas la cotidianidad, les pregunta descubre sus
preocupaciones y sus esperanzas, sus concepciones del mundo y sus motivaciones
al actuar, con el fin de desarrollar esa “visión desde dentro” tan importante
para la comprensión.
Por
lo que, son dos los principios que rigen este enfoque: a) que el conocimiento social sólo se puede alcanzar mediante la
comprensión del punto de vista de los actores sociales, mediante un proceso
de identificación con sus vidas; b) y esta identificación sólo se puede
realizar mediante la integración en su cotidianidad, con una interacción
cotidiana y directa con los sujetos estudiados.
Por
tanto, la observación participante es una
técnica en la que el investigador se adentra en un grupo social determinado de
forma directa, durante un período de tiempo relativamente largo; en su medio
natural; estableciendo una interacción personal con sus miembros; y para
describir sus acciones y comprender, mediante un proceso de identificación, sus
motivaciones.
El
observador participante debe observar,
escuchar y preguntar, y al preguntar, los instrumentos que emplea son los
de la entrevista. Al mismo tiempo
debe documentarse sobre los hechos que suceden y los sucedidos en el pasado,
examinar el material documental existente sobre la comunidad que estudia y el
que ésta produce (relatos históricos, autobiografías, cartas, actas, informes,
artículos de periódicos) y para hacerlo utiliza los instrumentos del análisis
documental.
Es
importante señalar que esta técnica no sigue un recorrido lineal, constituido
por fases que se suceden de forma preestablecida. La observación participante
es una técnica difícil de codificar y explicar, ya que se trata de una
experiencia más que un conjunto de procedimientos coordinados, cuyo progreso
depende básicamente de la compleja interacción que se establece entre el
problema estudiado, el sujeto que estudia y lo sujetos estudiados.
La
observación participante resulta ideal para el estudio de culturas específicas,
universos culturales autónomos y a menudo muy divergentes de la cultura
dominante: la observación participante sigue siendo la técnica ideal para el
estudio de la desviación, la marginalidad social, las minorías étnicas, las
sectas religiosas, las organizaciones cerradas y los grupos alternativos en
todos los sentidos.
Para
hacer la observación existen dos maneras: mediante observación declarada u observación encubierta. El investigador
puede dar a conocer u ocultar sus objetivos reales: puede declarar previamente
que es un investigador que quiere formar parte de un determinado grupo social,
no para compartir sus objetivos, sino para estudiarlo, o puede integrarse en la
situación social en cuestión, fingiendo formar parte de la misma como un
miembro cualquiera.
Una
vez elegido el caso a estudiar y establecida la modalidad de observación
(encubierta o declarada), la primera cuestión que debe abordar el investigador
es el acceso al entorno estudiado.
Cuando
se tiene problemas para incursionar en un determinado grupo o sociedad, existe
una forma común de resolver el problema es la intervención de un mediador cultural. Esta táctica
consiste en recurrir a la credibilidad y el prestigio de uno de los miembros
del grupo para legitimar al observador y hacer que el grupo lo acepte. El
mediador cultural es una persona que goza de la confianza de la población estudiada
y que al mismo tiempo, por sus características culturales, es capaz de
comprender las motivaciones y las exigencias del etnógrafo.
Una
vez logrado el acceso al entorno que se desea estudiar, el trabajo del
investigador no ha hecho más que empezar. Aun tiene que ganarse la confianza de
los sujetos observados mediante el trabajo cotidiano y paciente. En este
contexto entran en juego los rasgos psicológicos y de carácter del
investigador, su sensibilidad, su capacidad para gestionar la relación no sólo
con los demás sino también consigo mismo (frustraciones, implicación
emocional).
Otro
de las herramientas que se pueden utilizar son los informadores, quienes son individuos pertenecientes a la comunidad
que el observador utiliza para conseguir información e interpretaciones dentro
de la cultura estudiada y con los que establece una relación personal intensa y
a veces de verdadera amistad. También
existen informadores institucionales y
los no institucionales.
Una
de las acciones más importantes que lleva a cabo un etnógrafo es observar, esta acción debe ser
selectiva, ya que no es posible observarlo todo.
Las
cosas que se deben observar son las siguientes: el contexto físico, el contexto social, las interacciones formales, las
interacciones informales, las interpretaciones de los actores sociales.
Otra
de las tareas que un etnógrafo debe realizar es el registro de información, y en la información participante ésta
adopta la forma de apuntes cotidianos, una especie de cuaderno de bitácora
donde se refiere con riqueza de detalles y reflexiones personales todo lo que
el investigador ha observado a lo largo del día. La redacción de estas notas es
parte de la observación participante.
Estas
notas cotidianas nacen de la interacción entre el observador y la realidad
observada, por lo que constan básicamente de dos componentes: la descripción de
los hechos, acontecimientos, lugares y personas, y la interpretación de los mismos del investigador, con sus
impresiones, reflexiones y reacciones.
Cuándo debemos
registrar las notas,
lo
ideal es lo antes posible y lo más cerca posible del hecho a registrar, lo
recomendable es tener un cuaderno a la mano sobre el que pueda realizar breves apuntes.
Qué debemos
registrar, la descripción de los hechos, la
interpretación del investigador y las interpretaciones de los sujetos
estudiados. La interpretación de investigador suele constar de dos partes: las
reflexiones teóricas y las reacciones emocionales.
Cómo debemos
registrar,
debemos
diferenciar bien los tres componentes de las notas, descripciones,
interpretaciones del observador e interpretaciones de los sujetos estudiados,
debe preservarse siempre el principio de fidelidad.
Después
de realizados estos pasos hemos llegado a la que probablemente sea la parte más
difícil de la investigación mediante observación participante: el análisis del material empírico
recopilado y la redacción del informe final. Éste debe ser un proceso continuo, que tiene lugar en parte
durante la propia observación, este análisis también debe ser retroactivo y cíclico. Esta descripción
debe ser sustanciosa, se trata de elaborar una verdadera construcción que
resulta de ensamblar materiales diversos: narraciones procedentes de
entrevistas en profundidad, historiales de vida, grabaciones en directo de los
protagonistas, reportajes periodísticos, crónicas, textos de discurso, material
documental de todo tipo.
Estos
son los rasgos más importantes de la etnografía y pasos que se deben seguir
ésta, espero le sea de utilidad este breve referente para quienes estén
interesados en aplicar este método de investigación.
Seminariodemetodologiadelainvestigacion.files.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario