jueves, 8 de noviembre de 2018

APUNTES SOBRE FAUSTO REINAGA (SEGUNDO)


Introducción a los ciclos de pensamiento y obra de Fausto Reinaga

Por Santos Diamantino

1.     ¿Qué debate propuso Fausto Reinaga y por qué?, ¿Qué se discutía en su contexto?

Lo interesante de Fausto Reinaga es que pone en el centro de discusión el problema de la raza como principio fundamental de la historia en Bolivia. Para ello la Revolución India admite y procesa el levantamiento indígena, con el objetivo de ir contra la colonización externa e interna.
Para Fausto Reinaga el elemento racial es el que determino las posiciones económicas, culturales, sociales en el país.
“Nuestra opresión es racial: por tanto, nuestra revolución tiene que ser racial” (Reinaga, 2001, 125)
Por eso el indio debe asumir el poder político y económico, y dejar de ser el último en el progreso del país. Esta influencia ideológica le ha servido a Fausto Reinaga para ser castigado, además de ir contra el cholo.
“los indios no buscan la muerte del cholaje; lo que ardientemente quieren los indios es que el cholaje entienda la razón de la libertad del indio” (Reinaga, 2001, 125)
Esto se cimienta en la idea de que el cholo siempre caracterizo al indio como el factor negativo de la historia boliviana.
“los historiadores de Bolivia jamás han hecho historia, que es la relación de la verdad de los sucesos pretéritos. Ellos han novelado. Han novelado sin una brizna de ciencia” (Reinaga, 2001,63)
Lo interesante de Reinaga es que propone un modelo socialista del Tawantinsuyu, al presentar dos bolivias, usando el método marxista para superar la vieja Bolivia, donde el indio deje de ser un ser humano inferior al cholo o blanco. Para Reinaga el indio debe ser un actor político, y para ello es importante re-interpretar la historia, a partir de la re significación del pasado precolonial, y su aporte está en posicionarse críticamente frente “al fundamentalismo occidental como el de un país periférico” (Ticona, 2013, 166).
Según Gustavo Cruz, Fausto Reinaga:
“… la revolución primero es de ideas, luego se hace social…propongo entender a la ideología indianista como una propuesta racional por pensar la realidad propia con cabeza propia” (2013, 389-425)
El lenguaje punzante para las mentes de ese tiempo hará que Reinaga tenga un lugar en el pensamiento boliviano, motivando en la actualidad a posiciones postomodernistas-pachamamistas (Portugal, 2015) en la actualidad. Lo importante es que Fausto Reinaga “tuvo el mérito de haber abierto la discusión sobre el problema del indio, si bien en términos raciales y demagógicos” (Hurtado, 1986, 62) pero dio la punta de lanza en la discusión.

2.     Etapa de pensamiento marxista-nacionalista-indigenista (1940-1960)

Esta etapa la cursa cuando presenta su tesis de grado “Mitayos y Yanaconas”. Dicha obra ganó el Primer Premio Municipal de Oruro en 1940, fecha en la que pudo ser publicada.
“Es un estudio sobre la sociedad del Tawantinsuyu, desde su posición de marxista”.
Fue Diputado Nacional en 1944, durante el gobierno del general Gualberto Villarroel, participó del Primer Congreso Indigenal organizado por Villarroel en 1945, donde presentó un proyecto de “Ley de Revolución agraria”, no de “Reforma agraria”.
En el ámbito legislativo conoció a Franz Tamayo (1879-1956), el intelectual del mestizaje boliviano, a quien Reinaga le dedicará un libro crítico décadas posteriores.
Tras el derrocamiento y asesinato de Villarroel, Fausto Reinaga se exilió en Buenos Aires. En la capital argentina escribió un panfleto titulado “Víctor Paz Estenssoro” (1949) en el que critica al líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), del que toma una distancia muy crítica.
En Argentina, comenta Hilda Reinaga (2011), llegó a tener amistad con Juan Domingo Perón, quien fuera presidente entre 1946-1955, en sus dos periodos primeros de gobierno. Por razones familiares, Reinaga regresó a Bolivia pero clandestinamente. Por ello, lo capturaron y pasó seis meses en prisión, de donde se escapó. H. Reinaga relata que, luego de huir, compró un terreno en el cerro Killi-Killi, hoy Villa Pabón (La Paz), donde edificó una casa sencilla. Actualmente, en esa casa está su biblioteca personal.
Fausto participó activamente en la Revolución nacionalista del 52. Hilda Reinaga menciona que formó un “pequeño ejército” con la juventud de Villa Pabón (barrio de La Paz). Sin embargo, su relación conflictiva con el MNR, que data del escrito contra Víctor Paz Estenssoro (1907-2001), ahora se tornó peligrosa para Reinaga. El líder del MNR asumió la presidencia de Bolivia hasta 1956, en su primer gobierno. Bajo éste, Fausto Reinaga fue tomado preso y, otra vez, sería por causas políticas. Se le habría hecho firmar un texto donde se rectifica de lo afirmado en el escrito contra Paz Estenssoro como condición para obtener su libertad. A partir de estos datos, nos parece que Fausto Reinaga no fue militante del MNR, aunque sí apoyó a la Revolución del 52. Durante la etapa de la “Revolución nacionalista” (1952-1964), Reinaga participó en política y a la vez continuó su producción escrita.
Se dedicó a la discusión ideológica a través de periódicos que él mismo publica, como “La voz del indio” y “Rumbo sindical” y la revista Abril. No sabemos el impacto que tuvieron dichas publicaciones ni los años en que circularon. Los libros de Reinaga que aparecen en el periodo revolucionario son: Nacionalismo boliviano (1952), Tierra y libertad (1953), que fue premiada en el Primer Congreso boliviano de Sociología en 1952. Su obra Belzu (1953) obtuvo el Primer Premio Municipal de La Paz de 1953.15 Y por último la obra Franz Tamayo y la Revolución boliviana (1956).
En la etapa del 52 Fausto Reinaga no estuvo de acuerdo con la denominación CAMPESINO, ya que era una copia foránea, ajena a la realidad india. Lo que por interpretación llevó a una posición anti-zquierda. Según Javier Hurtado (1986) “el indígena convertido en campesino perdió  durante más de 20 años sus objetivos de lucha” (222).
En lo político, su biógrafa comenta que “asistió emocionado” a la firma de la Reforma agraria realizada en Ucureña en 1953. Trabajó como asesor en la Comisión de Reforma agraria. En 1957 participó en Leipzig (Alemania) en el IV Congreso Mundial de Sindicatos organizado por la Federación Sindical Mundial.
En  Alemania  fue  invitado  a  participar  de  los  40  Aniversario  de  la  Revolución  Comunista en Rusia.  Fruto  de  ese  viaje  es  su  obra  “El  sentimiento  mesiánico  del  pueblo  ruso”  (1960). 
Para Hilda  Reinaga  desde  ese  viaje  se  inicia  el  desencanto  de  Fausto  por  el  comunismo  al  ver  la  situación de la “URSS profunda”. Opina Hilda Reinaga: “con este trabajo se cierra su pasión por el socialismo, por el marxismo”. Al  regreso  de  la  URSS,  siempre  en  1957,  participó  de  un  Congreso  del  Partido  Comunista  en Montevideo (Uruguay).
Comenta H. Reinaga que en Montevideo fue apresado, no explicita las razones  pero  al  parecer  serían  por  cuestiones  políticas.  No  habría  tenido  el  apoyo  de  los comunistas cuando cae preso. Todo eso habría abonado su posterior “crisis de conciencia” que le  llevaría  a  alejarse  del  marxismo. 
H.  Reinaga  interpreta  que  fue  esa  crisis  la  que  condujo  a Fausto  a  viajar  a  Machu  Pichu  (Perú)  donde  tuvo  una  “especie  de  revelación”.  Luego  de  ese viaje,  escribió  el  artículo  “El  Cuzco  que  he  sentido”,  que  representaría  el  abandono  del marxismo y el inicio de la nueva etapa de Reinaga: la indianista.

3.     Etapa de pensamiento indianista (1964-1971)

1962  es  una  fecha  clave  para  la  vida  de  Reinaga.  Como  parte  del  proceso  de  gestación del indianismo, arriesgamos la opinión de que su participación central en la fundación del Partido de Indios Aymaras y Keswas (PIAK) constituiría uno de los hitos más importante para la historia del indianismo.
El PIAK fue fundado el 15 de noviembre de 1962, día en que se conmemora el asesinato del líder aymara Tupak Katari efectuado en 1871. Además de la fecha simbólica en que decidieron  iniciar  con  el  PIAK,  el  lugar  donde se firmó el  acta  fundacional es profundamente decidor: Las Peñas, lugar donde fuera ejecutado Tupak Katari. Dice H. Reinaga que cada “indio asistente rubrica con su sangre el Acta (fundacional)”. En 1966 el PIAK se convirtió en el Partido Indio  de  Bolivia  (PIB)  y  en  1968  Reinaga  es  nombrado  jefe  del  PIB.
La  comisión  directiva  del Partido  fue  compuesta  por  las  siguientes  secretarías:  Raymundo  Tambo  (sec.  General o vicepresidente),  Rosendo  Condori  (sec.  de  relaciones),  Claudio  Payi  (sec.  de  prensa y propaganda), Manuel A. Suca (sec. organización), Armando Choque (sec. hacienda), Tania Cruz (vinculación femenina) y Walter Torres (sec. de actas).
La producción intelectual de Reinaga se concentró en la discusión política e ideológica. Por un lado, se abocó a la impugnación de lo que llamará el “pensamiento cholo -mestizo” de Bolivia y de América Latina. Lo hará en las obras:
·         El indio y el cholaje boliviano.
·         Proceso a Fernando Diez de  Medina  (1964)
·         La  inteligencia  del  cholaje  boliviano  (1967)
·         El indio  y  los  escritores  de América (1968).
Por otro lado, en vínculo con la crítica a los “blanco-  mestizos”, se ocupará de fundamentar ideológicamente la perspectiva india en lo político, que tomará  forma  de manifiesto: Manifiesto del Partido Indio de Bolivia (1969), y de tesis políticas: Tesis India  (1971).
En esta línea, su obra emblemática es la Revolución India (1970)  y es la de mayor impacto en la región andina, y en el mundo entero.
Según Esteban Ticona (2017):
“Para Reinaga el indio está estrechamente relacionado a una colectividad. En el libro… el indio es un pueblo, una nación oprimida e incluso una raza. En debate frente al marxismo de los años 70, hace algunos deslindes muy importantes, sobre todo en el campo social y económico, al sostener que el salario y la justicia social no son parte de su lucha, tampoco le interesa al indio convertirse en campesino o asimilarse a la “sociedad blanca”. El “problema del indio” es su condición de “nación oprimida” y esto le obliga que busque su liberación. Además, el indio es un pueblo, una nación con cultura propia, con filosofía propia, con religión propia, es decir, una sociedad con base histórica ancestral. Reinaga reclama el derecho de ser reconocidos y respetados todas las formas de ser indio, particularmente sus rituales como a la pachamana, mediante  sus autoridades espirituales.” (2017,17)
Para Reinaga, el ser indio no tiene que ver con el color de la piel, sino con el pensamiento. El indio es quien está apegado a las  leyes de la naturaleza y sobre todo al respeto a la vida:
“El indio no es color de piel; no es color del cuero. El indio es pensamiento y fe: pensamiento amaútico y fe sabeísta. Quién se piensa Cosmos y se siente chispa de Sol es ¡INDIO! (Reinaga, 1978:21).

4.     Etapa de pensamiento amaútico o reinaguismo (1974-1991)

La biógrafa de F. Reinaga narra que bajo la dictadura de Bánzer (1971-1978) toda la dirigencia del Partido Indio de Bolivia sufrió persecución. Fausto Reinaga fue encerrado en un sótano del Ministerio  del  Interior  y  algunas  de  sus  obras  fueron  quemadas. 
A  pesar  de  la  represión, se lograron editar sus libros América  india  y  Occidente  (1978),  La  razón  y  el  indio  (1978), El pensamiento amáutico (1978) e Indianidad (1978). En  1980  surge  el  Consejo  Indio  de  Sud  América  (CISA)  en  Ollantaytambo  (Perú)  con  una explícita  orientación  indianista.  Fausto  Reinaga  intentó  participar  en  él,  pero  comenta  Hilda Reinaga  que  su  texto  ¿Qué  hacer?  (1980),  escrito  para  el  caso,  fue  silenciado.  Con  lo  cual  se percibe la distancia que tuvo Reinaga no sólo de las organizaciones políticas de izquierda, sino con algunas organizaciones indias de orientación “indianista”.
Todo esto dará lugar al pensamiento amautico. Reinaga habla de dos formas fundamentales de pensar: el pensamiento socrático y el pensamiento amaútico. Se trata, evidentemente, de un  esquema, pero, al parecer, es el más adecuado para exponer la lucha del indio por su libertad.
Frente a esta especie de unidad desgarrada del planeta surgida con el dominio de  Occidente propone el llamado Pensamiento Amaútico, para él única garantía de felicidad y salvación de la humanidad. Para llegar a él se propone la exigencia de erradicar de la  mente y del cerebro de los hombres a Cristo, a Marx y al mismo indigenismo (producto del oportunismo mestizo y la injerencia del marxismo), porque esclavizan y someten al ser humano. A través del pensamiento amaútico se restablecería la unidad entre el hombre y el cosmos, o sea, la verdadera unidad, principio y fundamento de su libertad.
Según Gustavo Cruz (2003), esta etapa Fausto Reinaga la cursa desde 1974, caracterizado por tres obras famosas y cumbres, La Revolución India, Manifiesto del Partido Indio de Bolivia y Tesis India, quien al mismo tiempo reconocía que hará su pensamiento, que ya no reflexionara a partir de otros.
“No soy escritor ni literato mestizo. Yo soy indio. Un indio que piensa; que hace ideas que crea ideas” (REINAGA, 1970, 45).
El tema de fondo es la liberación, conciencia histórica, poder y pensamiento. El pensamiento amautico nace como una reflexión que rompe esquemas, despertando la incontenible fuerza de la liberación del indio. Esta etapa surge de la crítica que tenía al proceso de sustitución del pensamiento indio por el pensamiento occidental. Critico las escuelas por ser un centro de asimilación y despersonalización forzada del indio, la Universidad como el lugar de reproducción de la dominación india, proponiendo la creación de una Universidad India del Qullasuyu.
El pensamiento Amautico es producto del alejamiento de la filosofía de occidente, del indianismo.
“Para llegar al tramo actual de mi pensamiento, yo dejé al pensamiento socrático, dejé al cristianismo, dejé al marxismo y dejé al indianismo” (Reinaga, 1981a: 15)
“El pensamiento amaútico es la concepción cósmica del Universo y de la vida. Para el pensamiento amaútico el hombre piensa, la hormiga piensa, el árbol también. De alguna parte ha debido salir el pensamiento. Ni el hombre ni la hormiga ni el árbol piensan sin el Sol; no viven sin el Sol; de alguna manera el Sol es quien engendra, quien hace la vida de los seres terrestres. Porque sin el Sol no hay, no hay pensamiento. En consecuencia, el hombre piensa gracias al fluido del Padre Sol. El pensamiento, de una u otra manera es energía hecha luz, luz solar” (Reinaga, 1978:26).
El punto es la relación del hombre con la naturaleza. De alguna manera Reinaga, es “el principal precursor de lo que hoy se denomina el “Vivir bien”, bajo el concepto de pensamiento amaútico, entendido como el umbral de la vida ancestral. El pensamiento amaútico, está enraizado en la experiencia y el conocimiento de los pueblos del vasto territorio de Abya Yala.” (Ticona, 2013)

BIBLIOGRAFIA

·         Fundación Amautica (2013) Biografía de Fausto Reinaga, La Paz, Viceministerio de Culturas y Turismo.
·         Gustavo Cruz (2013) Los senderos de Fausto Reinaga: Filosofía de un pensamiento indio. La Paz CIDES UMSA, Plural Editores.
·         Postugal Pedro (2015) ¿Fue Fausto Reinaga el ideólogo del indianismo? Revista MINKA, Numero 3.
·         Reinaga Fausto (2001) La revolución india, La Paz, Fundación Amautica Fausto Reinaga, 2da edición.
·         Reinaga Fausto (1978) El pensamiento amautico. La Paz: PIB.
·         Reinaga Reinaga (2011) Fausto Reinaga, Su vida y sus obras, La Paz, Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, 2da Edición.
·         Ticona Alejo Esteban (2014) El indianismo de Fausto Reinaga, orígenes, desarrollo y experiencia en Qullasuyu-Bolivia, La Paz, Ediciones CIMA.
·         Ticona Alejo Esteban (2017) Fausto Reinaga: del indianismo al pensamiento amautico, La Paz, Textos Antropológicos, UMSA.
·         Hurtado Javier (1986) El Katarismo, La Paz, Bolivia, Hisbol.

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