Por Santos
Diamantino
En un trabajo de investigación
es importante un paradigma porque es un modelo que nos permite abordar un
problema planteado en un perfil de tesis. Lo cual permite explicar un problema
real a partir de una teoría. Para esto nos servimos de tres paradigmas como es
el positivo, el interpretativo y el socio-crítico.
Estos tres paradigmas son
universalmente reconocidos porque te proporcionan modelos de problemas y
soluciones a una realidad física. Lo que nos permite ver al mundo y al mismo
tiempo mirarnos a nosotros mismos, y en alguna manera comprendernos, interpretarnos
y luego explicarnos lo que observamos en un tiempo real del pasado, como del
presente proyectado hacia el futuro. A partir de ello emergerán conceptos que
generen teorías. Lo que provocará que muchos crean en estos sistemas
construidos. En realidad la utilidad de un paradigma en una investigación
descansa en la forma de ver y explicar qué SON y cómo FUNCIONAN las cosas,
sobre algo individual o colectivo.
Desde la experiencia (corta)
que tengo en educación, el método cuantitativo toma un paradigma positivista
para realizar mediciones y predecir el comportamiento regular de grupos
sociales. Se centra particularmente en buscar las causas de un problema, luego
las confronta con teorías, donde detecta discrepancias lo que le permite
establecer conexiones y generalizaciones dentro del paradigma. En cambio el
método cualitativo busca describir e interpretar sensiblemente la vida social y
cultural de los seres humanos. Para los cientistas sociales y del área de
ciencias humanas, el método cualitativo nos permite ver las creencias que tiene
la gente después de haber hecho algo. Esto permite generar conceptos y teorías
que nos hablen de la realidad del ser humano. Centrándose en el significado que
para los seres humanos tiene una acción, un discurso, una concepción, un área,
una actividad cultural o social.
Desde el ámbito antropológico
los paradigmas son importantes, aunque en las ciencias sociales, antropólogos y
sociólogos usan métodos cualitativos de forma similar al momento de obtener
información en contextos sociales y culturales. Según las teorías sociológicas
de Alexander (1995) en la sociología contemporánea se ha volcado al análisis
cultural, interpretativo y hermenéutico, declarando la crisis de lo social; y
en la antropología al declinar las pretensiones de elaboración de una gran
teoría de la cultura y al hecho de la aceptación de los problemas hegemónicos y
textuales de su conocimiento. Esto dio lugar a que ambas disciplinas de las
ciencias sociales compartan, converjan y dialoguen a nivel conceptual, teórico,
metodológico. Enmarcándose en nuevos modelos de verdad, método y representación
que erosionan los grandes paradigmas, las tradiciones disciplinares y
especialmente, los cánones clásicos de hacer, pensar y escribir antropología y
sociología.
Dentro de la antropología de la
educación, como dentro de la antropología política, los paradigmas en su
adopción son relativos desde su nacimiento. Para esto me refiero a los
distintos momentos históricos como contextos sociales. Por ejemplo en la época
clásica de la antropología (finales del siglo XIX hasta la segunda guerra
mundial) era positivista, porque solo describía pretendiendo ser objetiva (para
esto me refiero a los trabajos de Malinowski como los Trobiand). En dicho contexto se
concibe el trabajo de campo como un acto de descripción y organización de la
caótica realidad social a través de la etnografía. A su vez, ésta se expresa en
una labor juiciosa del etnógrafo que solitariamente recoge datos culturales,
retorna a casa y produce una monografía-etnográfica sobre la cultura estudiada,
etnografía que termina por convertirse en una arquitectónica cultural. (Denzin
y Lincoln, 2000)
Pasado este momento llega la
época moderna para la antropología en su metodología y sus formas
paradigmáticas. Se reconoce lo que se hizo, pero no basta en antropología con
el sólo trabajo de campo y concentrándose sólo en sociedades no occidentales. Y
es cuando se tratan de usar nuevos métodos y paradigmas de investigación.
Introduciéndose en ello técnicas como la investigación documental, sobre todo
en documentos como el “diario de campo”, lo que dio lugar a la antropología
urbana, donde se empieza a usar el paradigma interpretativo o hermenéutico
tomando en cuenta la investigación documental. Por eso hay la historia de los
inmigrantes, criminales y delincuentes en las ciudades. Ahora en antropología
(que es el área en la que me desenvuelvo mucho depende de las escuelas que se
sigue, como la Norteamericana, la francesa o la inglesa, la escuela
latinoamericana si hay intentos, aún no ha marcado identidad del todo) a partir
de 1970 que es una tercera época, será bombardeada por lo epistemológico
enmarcados en el paradigma de lo cualitativo cuestionandose algunos datos
sociológicos. El impacto de las teorías constructivistas, el marxismo
revisionista, la semiótica, el postestructuralismo, los estudios culturales, el
deconstruccionismo y los estudios literarios, producen profundos
cuestionamientos a la forma como funciona el conocimiento y el lugar de la
verdad y el sujeto en la cultura. En este tiempo en la antropología se usa
métodos históricos, métodos biográficos.
Después de 1990 los trabajos se
verán reflejados por trabajos como el de Georges Marcus y James Cliford, ambos
antropólogos. En esta etapa se buscan nuevos modelos de verdad, método y representación, ya
que las normas clásica de hacer antropología y de ser antropólogo se han
desgastado. Se vuelve a reflexionar sobre la forma de escribir y producir el
trabajo etnográfico, porque el antropólogo ya no es simplemente un
recolector de datos culturales es un escritor que interpreta la realidad.
Con la post modernidad las
crisis en el plano metodológico en la antropología van en crecimiento, porque
hay crisis de representación paradigmática, crisis de autoridad etnográfica y
crisis del punto de vista situado. A partir del año 2000 los paradigmas en el
ámbito antropológico se irrumpen de tal manera, porque hay una variedad de
disciplinas que marean al mismo investigador. Hay una etnografía multisituada
(Marcus, 1995), la etnografía del shock (Taussig, 1995) o la etnografía
colaborativa de Rappaport (1998). Además de posesionarse la representación
visual, por eso surge la fotografía digital, el video casero. Son elementos que
van más allá de un paradigmas, sino de un sincretismo paradigmático. De ahí su
importancia en saber situar bien un paradigma a usarse en un trabajo de
investigación para que este sea de gran ayuda y no lo contrario.
Bibliografía
Denzin, N. y Y. Lincoln (2000). Handbook of qualitative
research.
Thousand Oaks: Sage.
Marcus, G (1995) “Ethnography in/of the world System:
The emergence of multi-sited Ethnography”. Annual Review of Anthropology 24 (1995):95-117.
Rappaport,
Joane ed. 1995 Retornando la mirada: una investigación colaborativa
interetnica sobre el Cauca a la entrada del milenio. Popayán: Universidad
del Cauca.
Taussig,
Michael (1995). Un gigante en convulsiones: el mundo humano como sistema
nervioso en emergencia permanente. Barcelona: Paidós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario