No
podemos detenernos, el educarse debe continuar.
En estos tiempos de emergencia
sanitaria en los que se hace imposible la presencia física en las unidades
educativas, algunos maestros particularmente su dirigencia, no puede oponerse a
la implementación de las modalidades de atención a distancia y virtual
planteadas en el Decreto Supremo N° 4260 y sus Reglamentos Específicos. Estas
nuevas formas de hacer educación se están desarrollando en todos los países del
mundo y el nuestro no puede quedarse rezagado frente a este gran desafío, sobre
todo en tiempos de aislamiento social.
Se evidencia que algunos
maestros tienen temor a los cambios en la educación, sobre todo en las áreas
rurales, no quieren salir de su zona de confort, de comodidad; resulta más
fácil para ellos dar clases presenciales
porque en las aulas, el escaso tiempo que le dedican al avance curricular, se
traduce en escribir en la pizarra, en dictar contenidos de viejos textos o en dar
fotocopias para que los estudiantes las transcriban, in extenso, en sus
cuadernos. Estas viejas prácticas tradicionales que perviven en nuestra
educación, hacen de los estudiantes pasivos receptores y repetidores, con nula
capacidad de creación y reflexión.
Resulta añejo el
argumento de las relaciones interpersonales, el diálogo cara a cara, el afecto,
cuando en la realidad todavía estamos viviendo en las escuelas actitudes de mal
trato, ninguneo, discriminación y castración de las capacidades de creatividad,
indagación, investigación y uso de las nuevas tecnologías. Al respecto, cabe
preguntarse ¿Cuántos de los maestros en Bolivia, hicieron uso correcto de las
computadoras que les fueron entregadas para apoyar el proceso formativo de los
estudiantes? ¿Las computadoras Kuaa entregadas a los estudiantes de últimos
cursos de secundaria fueron utilizadas y cumplieron la función de prepararles
mejor para su acceso a la educación superior?. Sin duda, las respuestas a estas
interrogantes serán por demás dramáticas y nos darán la explicación del porqué algunos
maestros se oponen a innovar la educación.
Esta situación de
“oponerse por oponerse” es gestionada sobre todo por la dirigencia del
magisterio, quienes ejercen presión de todo tipo sobre los maestros de base.
Sin embargo, realizando un sondeo entre los maestros de diferentes regiones del
país, se pudo evidenciar que durante este tiempo, muchos de ellos han mostrado
preocupación por la suspensión prolongada de las clases y se han estado reuniendo y trabajando
mediante el zoom con sus colegas de unidad educativa en cuestiones referidas a
planificación curricular, elaboración de materiales educativos y diseño de
instrumentos de evaluación, con base a los cursos organizados por el Ministerio
de Educación. Las opiniones de los maestros dedicados a su profesión coinciden
en señalar que se debe consolidar la propuesta del Sr. Ministro Cárdenas, con
relación a la implementación de la educación virtual desde la presente gestión,
lo contrario significaría ahondar la brecha entre educación pública y privada
con el consiguiente desprestigio de la labor docente.
Se conoce que todas
las ciudades intermedias en el país cuentan con servicio de Internet, lo cual
posibilita llegar con educación virtual a un alto porcentaje de escuelas y
estudiantes, situación que también puede hacerse extensiva a otras comunidades.
Así también, existen los
denominados Telecentros Educativos Comunitarios que fueron instalados en
diversas comunidades del territorio nacional como herramientas de aprendizaje e
investigación para los maestros, estudiantes y otros actores. Habrá que indagar
en qué situación se encuentran y reactivarlos.
Entonces, se considera
que lo importante es comenzar ya con la implementación de estas nuevas modalidades,
no podemos esperar que todas las condiciones estén dadas, en el camino se irán
solucionando las dificultades, hay que ir monitoreando, haciendo seguimiento y
evaluando sus avances cuantitativos y cualitativos. En los distritos o
comunidades donde realmente no existan condiciones de conectividad o de
equipamiento, de acuerdo a estudios de caso, se pueden desplegar en
complementariedad las otras modalidades (televisión, radio). Entre los meses de
octubre 2020 a enero 2021 ya se podrán desarrollar clases semipresenciales o
presenciales para compensar estos desfases. Lo que se quiere es que los
estudiantes continúen con su proceso formativo, que desarrollen y fortalezcan
nuevas capacidades que les permitan afrontar con seguridad y optimismo los
retos de un mundo cada vez más complejo.
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