En primer lugar, es preciso situarnos en la objetividad para dar trata miento político a las prácticas del comercio sexual y a las condiciones de las personas en situación de prostitución. La objetividad exige escapar del discurso que ve a la prostitución como un problema psicosocial y moral. Se trata de pensar la prostitución como una práctica de intercam bio económico donde existe una relación de demanda y oferta, donde es preciso garantizar los derechos humanos de las personas que ofertan los servicios, las obligaciones de quienes los demandan y las responsabili dades fiscales y sociales de quienes intermedian esta relación.
Conocimiento critico y auto-critico, tanto del autor como de referencia. Asesor Cultural, Patrimonio Inmaterial y Material, Gestor Cultural, Profesional de la Cultura. Especialista en temas de Educación y Política. Docente Universitario en las carreras de Educación, Historia, Sociología, Filosofía, Ciencia Politica, Ciencias de la Comunicación Social. Director de SEASCULT-S.D. Ref. (Cod. Bolivia, 0-591-73564799) Email.: santosdtno@gmail.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario