Conocimiento critico y auto-critico, tanto del autor como de referencia. Asesor Cultural, Patrimonio Inmaterial y Material, Gestor Cultural, Profesional de la Cultura. Especialista en temas de Educación y Política. Docente Universitario en las carreras de Educación, Historia, Sociología, Filosofía, Ciencia Politica, Ciencias de la Comunicación Social. Director de SEASCULT-S.D. Ref. (Cod. Bolivia, 0-591-73564799) Email.: santosdtno@gmail.com
martes, 30 de agosto de 2022
lunes, 29 de agosto de 2022
jueves, 25 de agosto de 2022
lunes, 22 de agosto de 2022
sábado, 20 de agosto de 2022
martes, 16 de agosto de 2022
Francesca Gargallo LAS IDEAS FEMINISTAS LATINOAMERICANAS
viernes, 12 de agosto de 2022
miércoles, 10 de agosto de 2022
martes, 9 de agosto de 2022
lunes, 8 de agosto de 2022
sábado, 6 de agosto de 2022
EL SIGLO XXI Y LOS FINES DEL HISTORIADOR
"Si se admite que la producción y comunicación de conocimiento acerca del pasado afectan al bienestar colectivo de los ciudadanos, ¿cuál es su finalidad o finalidades en una sociedad democrática? ¿Quién o quienes han de encargarse del conocimiento del pasado en el siglo XXI? ¿Hay una única vía, un solo método de conocimiento histórico? Responder a estas preguntas no conlleva necesariamente proclamar el fin del historiador, pero en cambio sí implica replantear en público un viejo asunto habitualmente eludido dentro y fuera del mundo académico: la función social del historiador ante las cambiantes necesidades de conocimiento y comunicación en nuestras sociedades.
El sentido de la educación indígena en el discurso estatal
la Fábrica de la infelicidad
Fábrica de la infelicidad como realidad, nada virtual, de un cuerpo social hiperexplotado, estresado, reducido por la estrategia belicista que adoptan hoy los poderes mundiales. Los acontecimientos jalonados, de forma privilegiada, por la crisis de la nueva economía digital a partir de la primavera del año 2011, los atentados del 11 de septiembre y la guerra de Irak tienen como elemento común la quiebra de la promesa de "felicidad" (trabajos interesantes y creativos, expectativa de beneficios inmediatos, euforia bursátil) que se había ofrecido a los trabajadores del conocimiento, la fuerza motriz del último ciclo de crecimiento económico. Por el contrario, la crisis descubre una realidad marcada por nuevas formas de neurosis: el pánico, como colapso subjetivo frente a la hiperestimulación contenida en el trabajo digital y en la vida en las grandes ciudades; la depresión, la anestesia neuronal, ante la crisis de sentido derivada de la prolongación de situaciones sometidas a un altísimo estrés. La crisis se describe,a sí también, como crisis de la subjetividad, crisis psíquica a un tiempo que social y económica. En palabras del propio Bifo: "Este libro se propone señalar y cartografiar un nuevo campo disciplinar que se encuentra en la intersección de la economía, la tecnología comunicativa y la psicoquímica. Una cartografía de este nuevo campo disciplinar es imprescindible si queremos describir y comprender el proceso de producción del capital y la producción de subjetividad social en la época que sigue a la modernidad industrial mecánica y, por tanto, si queremos elaborar estrategias de sustracción